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Entre radicales


Como todos ya sabéis, unos individuos a los que no se les puede considerar personas y que nada tienen que ver con las aficiones del Atlético de Madrid y del Deportivo de la Coruña, se citaron 3 horas antes del partido para zurrarse, no a bofetadas (que ya es absurdo) sino con palos, armas blancas y todo el mobiliario urbano que pudieran encontrar a su paso, fueran sillas de un bar, mesas, papeleras, etc. Estos elementos utilizan el fútbol como pretexto para juntarse, beber, drogarse y buscar bronca generalmente por motivos políticos, aquí no hablamos de un problema entre si llevas rayas azules o rojas, el tema está en que unos son radicales de derechas y los otros de izquierdas, de ahí la colaboración de los Bukaneros en la reyerta. 


Uno está cansado de que se relacione a la afición del Atlético de Madrid con el Frente Atlético, así como los Boixos no representan a la afición culé, ni los Yumos a la ché, ni los Biris a la del Sevilla… pero la gente, como esto de escribir en internet es gratuito y no te ve nadie, pone verdaderas gilipolleces y mezcla churras con merinas. 

Otro asunto que me toca verdaderamente las narices es la manía de ser políticamente correcto. ¿Se debía haber suspendido el partido? Claramente no, aquí no estamos hablando de que un aficionado inocente se ha visto envuelto en una batalla, ha sufrido heridas graves y se debate entre la vida y la muerte, no señores, aquí estamos ante una panda de criminales que han quedado con otros criminales para batirse en duelo, y ya sabemos lo que ocurre en la mayoría de situaciones como ésta, además no se trata de un incidente dentro o en las puertas del estadio sino al otro lado del río donde el despliegue policial es bastante más escaso, y más a tres horas de un partido que no era de alto riesgo. Si se hubiese tratado de un aficionado de verdad, soy el primero que diría que no se dispute el partido, pero cuando un radical muere en una pelea de radicales no merece duelo. 

Dicho esto, el partido transcurrió frío, incómodo tanto para el jugador como para el aficionado, los cafres con garganta y que entre todos no juntan medio cerebro eran pitados cada vez que empezaban un cántico, la grada tenía claro que no quería ni oírles a sabiendas de que íbamos a pagar todos la enésima estupidez de un grupo que no debería tener cabida en el campo. Tan solo Arda tenía la chispa suficiente como para inventar, Koke demasiado atrás al estar incrustado en el pivote y sin poder dar esas asistencias de tres cuartos de campo, y Griezmann en su modo gris. De Saúl sólo decir que no tiene derecho a quejarse mucho como le he oído ante la falta de minutos, el chaval lo intenta pero está más verde que una lechuga, pierde balones en zonas críticas y se precipita al dar otros en ataques peligrosos, luego es innegable que el muchacho tiene el don del gol, sabe posicionarse bien y llega para marcar, pero le falta mili, quizá no hubiese sido mala idea cederle una temporada en un equipo más exigente que el Rayo Vallecano, tipo Villareal, por ejemplo. Su gol llegó en una jugada de estrategia que peina Mandzukic al segundo palo y allí aparece el canterano para remachar de cabeza al fondo de las mallas. Era el minuto 42 y antes había pasado muy poco, tan solo un balón del croata a la madera y un par de arrancadas de Arda. 

Por cierto, Víctor se había empeñado en la previa en seguir colocando el tópico de equipo leñero al Atleti, durante el partido la leña la repartió el Deportivo y las tarjetas (por protestar y una sin llegar a tocar al contrario como le pasó a Giménez) para el Atleti, como siempre mientras unos cardan la lana, otros llevan la fama. 

En la segunda mitad siguió el partido espeso y anodino, con el mismo guión que en la primera parte se encargó esta vez el turco de cerrar el marcador con un disparo desde la frontal que rebotó en un defensa y terminó de meterse en la portería de un Fabricio que demostró más nervios durante el partido que seguridad. Con distancia en el marcador todos se relajaron más y dieron por concluido un choque al que ni la entrada del siempre revulsivo Cebolla, que pelea y pelea cada balón pero que es muy malo, animó. Tres puntos que suben al casillero y que refuerzan la posición del equipo en lo alto de la tabla, más si cabe cuando o bien Barcelona, o bien Valencia se dejarán puntos en su duelo particular.

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Atlético 3 - 1 Málaga



Victoria sin mucho brillo del Atlético de Madrid en un partido espeso, con poco fútbol en la primera parte y emoción en la segunda parte, quizá motivada por la facilidad de Teixeira para sacar tarjetas, un auténtico inútil que aun no se sabe por qué sigue arbitrando en Primera. 

El partido llegaba después de una semana de selecciones y a primera hora del sábado, momento complicado para enfrentarse ante un equipo que sí había contado con la mayoría de su plantilla durante la semana, en definitiva el típico partido que se puede complicar si no andas del todo fino. Había ganas de ver a los atléticos que habían brillado con sus selecciones (Griezmann, Jiménez y Cerci) y también de comprobar que Giménez es un jugador válido para un equipo Champions. 

El que no necesita demostrar nada es Tiago, su affair con el Chelsea supuso un pequeño divorcio con la grada, algunos se mostraban incluso contrarios a que regresara… pero en el campo es el capitán general, y más con la versión menor que está siendo Gabi este año, es el encargado de ordenar la salida del equipo, se ofrece constantemente y es capaz de llegar con mucho peligro al área. Tanto es así que fue él el encargado de abrir el marcador en una jugada fetiche esta temporada, el saque de esquina. Koke la pone hacia el primer palo y allí Tiago remata fuerte de cabeza sin que Kameni sea capaz de despejarlo. 

El Atleti demostró que cuando quiere jugar al fútbol sabe, a ratos el partido era un rondo en el que Koke, Arda, Tiago, Griezmann y Gabi movían el ataque de un lado al otro con los malaguistas sin utilizar otra arma que la falta para frenar las acometidas, sin embargo era un ataque estático infructuoso porque apenas se probaba a un Kameni que siempre me ha parecido un portero de mentira, capaz de hacer una parada increíble y después pifiarla dos veces. El segundo gol era cuestión de tiempo vistos los méritos de unos y de otros, y llegó tras una jugada en la que existió velocidad, Arda cede a Mandzukic en un pase aparentemente intrascendente en banda derecha, pero el croata ve el movimiento rápido del turco al espacio que se ha generado a la espalda de los defensas, conduce dentro del área y asiste con inteligencia a la llegada de Griezmann en el segundo palo, que por decirlo de alguna manera la empuja sin mucha oposición. Gran jugada y gol de estar en el sitio justo en el momento adecuado. 

El descanso llegó con el 2-0, la grada veía un partido plácido con suficiente ventaja como para no existir peligro, menos aún con un Málaga del que no recuerdo una ocasión en la primera parte. Pero la segunda mitad empezó “raruna”, el Atleti dio el habitual y preocupante paso atrás cuando se ve delante en el marcador, lo que aprovecharon los andaluces para controlar la posesión y encerrarnos en nuestro campo, ya digo que no me gusta esta actitud ya que ha costado varias veces cara (véase Anoeta, por ejemplo). 

Entretanto Mandzukic se retiró lesionado dejando su sitio al mexicano Raúl Jiménez, voy a decir algo que lo más seguro es que no compartáis la mayoría de vosotros vista la impopularidad del muchacho en cuestión, pero a mí este chico me parece que aporta muchas más soluciones al juego del equipo que el croata, es cierto que el 9 es más rematador puro, pero RJ se asocia mejor y le veo más apropiado para lo que pone el práctica el Cholo. Fue salir y gozó de una ocasión clara en la que cabecea en el área y Kameni se saca una buena parada. 

A renglón seguido llegó el gol del Málaga, un golazo. Creo que fue Juanmi el que hace un control de videojuego en el centro del campo, abre a banda para que Castillejo centre y Santa Cruz remata en escorzo en el segundo palo. 2-1 y la inquietud se instalaba en la grada, ¿y si había más peligro del que creíamos? Para colmo se rozaba el empate en una jugada a la espalda de la defensa que Juanmi desaprovechó o mejor, Godín desbarató. 

Hasta que llegó Jiménez (con la ayuda de Teixeira) y sacó del partido a Samuel, que empujó levemente al punta en una contra montada tras un pelotazo, segunda amarilla y ahí se acabó el arreón blanquiazul. La tuvo de nuevo Jiménez, internada de Griezman en el área y ya en línea de fondo da el pase hacia el corazón del área, el balón se traba y el delantero arma la pierna rápida, encontrándose con Kameni por segunda vez. Falló las dos, pero estaba ahí y eso ya es importante. También las falla el francés, que se equivocó en dos ocasiones y gravemente, no era cuestión de que te la saque el portero o no, sino de torpeza a la hora de elegir la mejor opción. En la primera le cae un balón pegado a línea de fondo con Kameni en el suelo y varios compañeros mejor posicionados (entre ellos Jiménez) para empujarla sin mayor problema, pero el 7 se empeñó en querer marcar sin mucho ángulo y, como era de esperar, terminó estrellándose contra el lateral de la red (primera colleja). Poco después debía de estar pensando en la jugada todavía porque esta vez era él quien estaba de cara a portería a menos de 11 metros y se enredó queriendo ceder a Jiménez con un pase que encima no fue preciso, perdiendo esa clara ocasión (segunda colleja). 

El gol de la tranquilidad llegaba por parte de Godín en una jugada que creo define lo que fueron esos minutos, un ataque continuo del Atlético incluso con los dos centrales metidos dentro del área rival. Primero intenta Giménez cabecear, Kameni se enreda en una salida cómica, Tiago que estaba en el segundo palo la pone rápido al primer palo para que Godín que entraba como un titán se alce y marque el tercero. 

El resto del partido solo sirvió para que Teixeira expulsase a Gabi como compensación a la de Samuel, una prueba más de que no es malo, es pésimo. Tres puntos al zurrón que sirven para ponerle tierra de por medio a un Sevilla que pinchó en el Camp Nou y esperar a ver qué hace el Valencia mañana. Digo esto porque veo lejos al Madrid, ayudado por los árbitros en momentos de duda y con una delantera que basta por si sola para ganar sin despeinarse al 80% de equipos de la competición, sin contar con que a Tebas le interesa ver a Casillas levantar la copa. Pero ahora a pensar en lo más próximo, y eso es Olympiacos.

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Doblete de Griezmann para ser terceros

Día de Todos los Santos en el Vicente Calderón, grada llena y rival a priori propicio para que fuese una buena tarde, ya que el Córdoba llegaba sin conocer la victoria tras ocho jornadas y la destitución de Ferrer en el camino. 

El Atleti por el contrario llegaba con otra tendencia al choque, tras un comienzo titubeante con los empates en Vallecas y frente al Celta más la derrota en Grecia se empezaban a vislumbrar las primeras dudas que después poco a poco se han ido disipando con un mejor fútbol y una adaptación cada vez mejor de las piezas nuevas, tan solo el lunar de Valencia (15 minutos horribles) desde entonces. Ayer volvía Gabi, fuera por lesión en los últimos partidos, que unido a la ausencia de Tiago (éste sigue de baja) habían dejado al equipo sin dos de sus hombres clave en la salida de balón. 

La noticia estaba en la titularidad de Griezmann, fichaje estrella que hasta ahora parece haber pasado de puntillas en el equipo, ya sabíamos que el Cholo es reticente a dar entrada “rápida” a los nuevos, pero lo del francés ya empezaba a extrañar por la calidad del jugador y el coste que había tenido para el club (el fichaje más caro de la historia). Ayer, afortunadamente, fue el Griezmann de la Real Sociedad, ese tipo talentoso capaz de resolver un partido con un chispazo o dos. Tras una primera parte de dominio infructuoso por parte del Atleti ante un ordenado rival apareció la calidad y la fortuna, una falta lateral que despeja un defensa hacia la frontal, recoge Antoine con la derecha, recorta al marcador hacia el centro del área y dispara con la zurda hacia el palo, entonces fue cuando la fortuna se presentó en forma de Luso para que su pie desviase la trayectoria del disparo hacia el palo opuesto. Gol psicológico al borde del descanso. 

El Córdoba avisó entonces justo a continuación sin fortuna, era el preludio de lo que ocurriría en la reanudación. Corner botado por los visitantes y su único delantero estaba libre de marca para cabecear el empate, fallo defensivo que costaba el empate y que exigiría de nuevo una reacción rojiblanca en las botas (o la cabeza en este caso) de Griezmann.  A renglón seguido, sin dejar tiempo a la especulación y nervios, internada de Juanfran por la derecha, centro al área y remate del francés que el portero toca pero no detiene. El 2-1 era un mazazo para los cordobeses. 

Tanto fue así que el tercero llegó casi sin querer, una falta botada por Koke hacia el segundo palo, la defensa que descuida la marca de Mandzukic, el portero que sale a por uvas y el croata impacta con el balón por inercia y por la fe del delantero que espera el fallo del rival. En pleno festival del potero llegó el cuarto de RG, enésimo centro lateral que remata con la chepa el navarro y el meta vuelve a comérsela de manera infame, con defensores y portero así será difícil que los andaluces sobrevivan, hay juveniles con más talento y oficio. 

Con todo el pescado vendido llegó el segundo de Ghilas tras otro fallo de la defensa rojiblanca que se relajó en exceso, permitiendo que el argelino fusilase en el área pequeña sin oposición. Los goles parecen una gilipollez, pero igual a final de temporada son la única diferencia entre dos equipos. Tres puntos que suma el Atleti en su escalada en la clasificación, ya es tercero tras adelantar a Sevilla y Barcelona, empatado a puntos con el Valencia y a un punto del líder, el Real Madrid. 

Los andaluces por su parte seguirán una semana más en descenso. La adaptación a la Primera de un recién ascendido siempre es difícil, hay quien le cuesta más y quien le cuesta menos, los blanquiverdes son de los primeros y quizá se precipitaron en despedir a su entrenador cuando las sensaciones de juego no eran tan malas y la clasificación tampoco les presionaba en absoluto a estas alturas de la temporada (a menos de 3 puntos de la salvación).