Cantando las "40" en noviembre
El Atlético de Madrid ha
vencido hoy en Elche a un equipo que es mejor de lo que dicta la clasificación.
Escribá ha confeccionado un bloque solvente que ya ascendió el año pasado más
como conjunto que como una suma de individualidades, justo lo que ha construido
el Cholo Simeone en la ribera del Manzanares, porque el equipo alicantino ha perdido
una buena parte de sus jugadores importantes (Etxeita, Xumetra, Ángel, Diego
Rivas...), pero ha sabido encontrar reemplazo acudiendo al mercado de cesiones,
así han llegado los Carles Gil, Rubén Pérez y Botía. La muestra de que los
ilicitanos no son una perita en dulce se traduce en sus números, nadie salvo el
Rayo en la primera jornada ha conseguido ganarles por más de un tanto de diferencia.
Simeone sabía de la
importancia de estos puntos, por ello había dejado sin viajar a Rusia a los
Villa, Costa, Turan, Filipe y Godín, sabía que necesitaba gente fresca para el
partido de hoy, jugar con intensidad y aprovechar las oportunidades. El partido
durante la primera parte fue netamente táctico, con dos equipos que buscaban
evitar problemas más que generarlos al rival, una lucha Tiago-Gabi contra
R.Pérez-Sánchez, parejas de pivotes parecidas en lo futbolístico, si bien una
está bastante más curtida que la otra por edad y citas importantes. El Atleti
no tenía prisa, esperaba que en alguna jugada de estrategia o acción individual
de sus delanteros se empezase a decantar el choque.
Lamentablemente no llegó esa
oportunidad, sólo Diego Costa tuvo una oportunidad clara tras un centro de Koke
que despeja defectuosamente Herrera, cayendo a los pies del delantero que arma
rápidamente el disparo y Damián repele salvando el culo a su portero. Sería
injusto no decir que el Elche también tuvo su oportunidad al contragolpe, en un
balón que le llega a Boakye y que lleno de balón la manda a las nubes. Claro
que si el Elche tuviese un goleador, a estas alturas de competición hablaríamos
de un conjunto que estaría metido en la pelea por la sexta plaza.
Hay que reconocer una cosa,
el Atlético de Madrid del Calderón dista mucho del que vemos a domicilio, es cierto
que la solidez defensiva es prácticamente la misma (pese a que hayamos encajado
algún gol más fuera), pero el equipo tiende a estar con un corsé táctico que le
impide volcarse al ataque, no sé si es mandato directo de Simeone o responde a
otra cosa. En casa jugamos a ganar por lo civil o por lo criminal, fuera se
especula mucho con el resultado hasta el punto de que el empate en Castellón
fue fruto de eso mismo, conformismo.
Ya en la segunda parte el
partido iba por los mismos derroteros, Tiago había visto una tarjeta por una
mano absurda en el centro del campo y amenazaba con irse a la calle en
cualquier falta que pudiese cometer, porque aunque se trata de un veterano que
suele no caer en ese tipo de error, ya la mano había sido de principiante. El
partido pintaba raro, no había favorito, hasta que Simeone sacó del campo a un
Villa que ni la olió, no se puede decir que estuviese mal, simplemente no
estuvo y sacó a un Raúl García que se va a ganar el mote de
"apagafuegos".
No sé si fue el primer balón
que tocó o el segundo, el caso que el navarro recibe un balón inofensivo de
Adrián y la engancha (sin vacilar) desde el pico del área, disparo no
excesivamente potente que hace un pequeño efecto y bota antes de llegar a un Herrera
que rechaza dejando la pelota muerta, Diego Costa en su intento de rematar hace
falta a Botía (caen los dos al suelo) y remacha Koke al fondo de la red. El
canterano se queda esperando que pite el árbitro falta, pero finalmente decide
conceder el tanto. Bien es cierto que pocos minutos después en un balón colgado
al área atrapa Herrera y con el balón en los guantes tropieza con el hombro de
un Turan que pasaba por allí, encontrándose con un regalo de gol.
Incomprensiblemente anula el gol y pita falta del turco. La ley de la
compensación nunca contenta, terminas mosqueando a ambos.
Con el marcador ya a favor saltó
al campo Adrián precisamente por Turan, aunque pensaba que sería Koke al haber
jugado en Rusia todo el partido. El asturiano está haciendo todo lo posible por
volver a ser el jugador que era, hoy no marcó pero también consiguió
desequilibrar al poco de salir, balón que pierde el Elche en zona peligrosa,
Adrián que conduce por el centro y llegando al área se inventa un pase por
encima de la defensa para que Costa fusile a Herrera. El gol de la tranquilidad
y de la confirmación de que Costa es un goleador, no el fruto de una tormenta
perfecta como muchos agoreros vaticinan.
A partir de ahí el Atleti se
limitó a controlar el partido, incluso encerrándose más de lo que a mí me
gusta, con un Miranda que se las agenció para despejar todo lo que caía por su zona
y con un Juanfran brillante, sacando balones desde atrás con calidad, nada de
soltar melonazos. Poco a poco, punto a
punto estamos con 40 puntos antes de empezar diciembre, si nos lo cuentan hace dos
años casi nos habríamos muerto de la risa (el año pasado no recuerdo cuántos,
pero más de 30 teníamos), tenemos un bloque sólido y ahora nos esperan dos
partidos ligueros en casa para despedir el año, Valencia y Levante,
importantísimo cerrar con pleno de victorias locales. Aunque antes toca Copa, a
pensar en Sant Andreu.