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Habemus final

Hoy más que nunca está claro que el Atlético del Cholo ha priorizado determinadas competiciones, la Liga por encima de todas ellas, y no nos va mal con 56 puntos en el zurrón (casi el botín necesario para jugar Champions el próximo), después la Copa y por último la Europa League, competición que ha pagado los platos rotos de la temporada.

El caso que hoy jugó con todo lo que tenía disponible, con la variación de RG por Koke, supongo que pensando en fortalecer el juego aéreo y esperando que el muchachote navarro hiciese buenas las estadísticas, no le vamos a reprochar la alineación y menos cuando ha salido bien, aunque a mí me parezca más importante contener mediante posesión.

El Sevilla, a diferencia de lo que esperábamos de Emery, salió a agitar el partido mediante transiciones eléctricas basadas en las bandas y centros para que rematasen alguno de sus hombres altos, mientras tanto el Atleti achicaba aguas e intentaba salir al contragolpe como alternativa al agobio local.

Pero se iban a encontrar con un contratiempo los palanganas, llamado DC. El muchacho está de dulce, le sale todo y ante eso poco se puede hacer más que aplaudir, un balón que llega desde la banda diestra fuera del pico del área grande, la jugada no entrañaba peligro extremo a priori, hasta que el brasileño la pincha, la esconde, se genera el espacio para armar la pierna y chuta cruzado a la cepa del poste. Inapelable. 0-1 que obligaba a los servilletas a marcar tres tantos para pasar y dos para forzar prórroga.

Con la euforia del tanto conseguido se produjo una baja, el tarambana de Medel eleva en exceso la pierna y le suelta un patadón en el brazo a un Tiago que llegaba para robar, suerte que le protegía el antebrazo, sino le revienta las costillas. El portugués intentó aguantar en el partido lo que pudo, pero lastimado apenas podía correr con naturalidad y vivía pendiente de no romperse más. De tal forma Simeone movió ficha sacando a Mario al ruedo.

El Sevilla seguía llegando con más corazón que cabeza, intentando zarandear el árbol a ver si caía algo, pero había más tensión que peligro real, pese a que el chaval Alberto era de lo mejor del equipo, muy ayudado por RG al no seguirle nunca, y muy metido también en su papel "escuela sevillana"... si me tocan el brazo, me quejo en la cara y si me caigo al suelo, hago la croqueta. Unos maestros del drama.

Entretanto apareció de nuevo Diego Costa, él no entiende jugar a menos del 200%, gana una carrera a Coke en banda derecha llegando hasta línea de fondo y allí centra hacia el corazón del área, donde esperaba un Falcao que llegaba con Botía pugnando por la posición. Por supuesto la ganó el colombiano, con más oficio que el zaguero, tocando lo justo para batir a Beto. Ahora que subía el 0-2 al electrónico la eliminatoria no se podía escapar, tan sólo cuatro goles podrían privar al Atleti de no llegar a la final (quedaban 60 minutos).

Tanto insistir y llegar tuvieron sus frutos, una jugada que apuntaba a perderse por línea de fondo termina siendo salvada por Alberto que la envía hacia el pico del área a Navas, éste recorta hacia dentro y suelta el disparo que, golpeando en el palo, se introduce en la portería sin que Courtois pudiese hacer nada.

Fueron minutos de zozobra, los locales intentaban acortar la distancia para poder optar a algo en la segunda parte mientras que los atléticos sólo achicaban agua pensando en el contragolpe. Negredo no estaba fino, y Medel tampoco.

Ya en la segunda parte se repitió el mismo guión, un equipo lanzado y otro agazapado, sabiéndose casi finalista. En cuatro minutos pudieron marcar en dos ocasiones, en una se le escapa el control a Diego Costa y en la otra fue Arda el que falló.

Cata Díaz saltó con ganas de dar emoción, primero con un empujón a Negredo que le costó la amarilla y casi el penalty (estaba al filo del área), y poco después se equivoca en la marca y posibilita una recepción a Manu del Moral que, gracias a Dios, el muchacho es más malo que la quina y disparó al muñeco.

A partir de ese instante fueron muchas las jugadas en las que intentó el Sevilla con cabezazos de Negredo, remates frustrados, Navas... mientras que DC hacía lo que podía. Pudo llegar el gol pero no.

Lo que sí llegó fue el juego sucio y rastrero que tan bien se le da al equipo andaluz, que tiene en Medel uno de sus mayores exponentes, capaz de pegar un empujón tan absurdo como desproporcionado a DC y después liarse en las protestas hasta tal punto de ver dos amarillas en la misma jugada. Un monstruo. Al igual que Cicinho, que nada más salir buscó a DC para pegar (¿vieron el partido del Betis? ¿entrenan juntos? ¿es el clima?).

El propio DC pudo marcar si no fuese porque le pegó con el tacón un remate franco en el corazón del área, también pudo hacerlo Cebolla al poco de salir... sin embargo fue Rakitic el que lo consiguió pasado el minuto 90, ya era tarde para todo. Quedó tiempo después para ver cómo Kondogbia (que no es mal futbolista) se extralimitaba pisando la huevera a DC tras una falta ya de por sí fuerte, roja directa que ni protestó. La final ya era del Atleti.

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Diego Costa se basta

Hay victorias que dan prestigio, la del jueves lo era, pero el Cholo se rindió antes de viajar a Moscú, no quería arriesgar más de lo necesario porque él ya no contaba con la UEFA, quizá no contaba antes de comenzar el año, no lo sabemos a ciencia cierta, el caso que hoy jugaron los teóricos titulares, en un partido en el que si lo hubiésemos perdido por salir con los de Moscú, pues tampoco hubiese pasado nada.

Sea como fuere, la competición europea ya es historia, hay que centrarse en Liga y Copa, pensé que dada la importancia del partido del miércoles veríamos algún que otro suplente hoy. No fue así y lo celebro, porque al fin y al cabo la mejor preparación de cara a un partido importante es precisamente competir, el año pasado el Athletic de Bielsa pagó carísimo dar descansos en Liga para preparar las finales de UEFA y Copa, al final no solo no ganaron ninguna sino que les sacaron a hostias de las dos.

Vista la alineación de hoy, casi podríamos asegurar que, para Simeone, Tiago es más titular de lo que pueda ser Mario. Lo celebro, y no porque el portugués sea imprescindible en cualquier circunstancia, sino porque los fallos en entregas y confianzas del canterano cuestan demasiados disgustos de los que son necesarios, dado que el de Viana acaba contrato en verano... yo ficharía un mediocentro y metería a Saúl en la rotación habitual.

El gran protagonista del partido de hoy, aparte de Clos Gómez (genio), fue Diego Costa. No se me ocurre otro delantero en Primera que, a día de hoy (olvidemos al enano y la bailarina), tengan el poder de atracción sobre el balón y las defensas del brasileño, las pide todas, las pelea todas y casi siempre consigue algo positivo, faltas, corners, penalties, tarjetas, segundas jugadas... Falcao mete los goles, pero Diego Costa es el que se faja con las defensas, y voy más allá, de los goles de penalty que marcó el colombiano, unos pocos los generó su compañero (el de hoy uno de ellos).

Además, se ha atemperado con el paso de las jornadas, hoy fue uno de esos partidos broncos que se van calentando según pasan los minutos, que surgen batallas en cada rincón del terreno de juego y que el árbitro, malo con avaricia, ni sabe cortar ni tampoco lo pretende, es de esos trencillas que no se sabe cómo llegaron a Primera y menos cómo se mantienen. El epicentro de la guerra se generó en una falta de Tiago que debería haber quedado en eso, falta y amarilla como mucho, pero llegó Stuani para increpar, terció Gabi y se enredaron todos, el conflicto se solucionó con amarillas para los mediocentros rojiblancos (malo) y para el atacante blanquiazul.

Entretanto DC ya había arrancado la amarilla a Forlín y a Casilla, este último en una jugada en la que le recupera 10 metros a Moreno y obliga al meta a arrollarle si quería mantener la puerta a cero. Después de la guerra de la que hablaba antes, llegó la jugada del gol, pase a la espalda de Moreno que vuelve a verse superado por DC, dentro del área derriba al brasileño torpemente. Falcao se encargó de meterlo.

Al filo del descanso, Gabi comete una falta táctica en campo rival que en el 90% de los casos no es ni tan siquiera amarilla. Para Clos, seguramente con alguna rencilla de la jugada anterior, segunda amarilla y expulsión, una auténtica cafrada del colegiado que dejaba a un equipo con uno menos por una tontería. Algunos dirán que era tarjeta, y puedo aceptarlo a regañadientes, ¿pero segunda?

En cambio, en la reanudación y sin haber transcurrido un minuto, Forlín (con tarjeta) le suelta el codo a Falcao sin ver la segunda amarilla, no me digan que el criterio de Clos no es como el patio de mi casa. Para colmo, Turan se borró del partido vilmente, perdiéndose en filigranas que no llevaban a ninguna parte y cometiendo faltas tan innecesarias como evidentes, en una zancadilla por detrás vio la cartulina, pero es que muy poco después salta pegándole un manotazo a Javi López... y el tío ni se disculpa, Clos en esta ocasión decidió hacer la vista gorda y pedirle al turco que se acercase a interesarse por el rival.

Solo DC y Falcao hacían algo en ataque, el primero ganando carreras una y otra vez hasta línea de fondo y el segundo aguantando para asistir una segunda jugada. Tuvimos una muy clara en la que DC se va de todos y cede en última instancia al colombiano, pero el pase era muy fuerte sin que conectase el punta.

Poco a poco el Atleti fue reculando, más por convicción propia que porque el Español nos empujase, un rival que se ceñía a colgar balones fáciles para la cabeza de Godín y Miranda. Simeone había sacado del partido a Koke por Mario y a Turan por Cebolla, la idea era clara, aprovechar un contragolpe. Por suerte, los pericos son una banda, el tal Longo es el típico delantero alto, torpe en los controles y fallón en el remate, una joya. Simao está tan acabado que ya no es ni una sombra de lo que fue, y el pobre de Petrov, que salió en sustitución de éste, siempre ha sido puros fuegos artificiales, mucho ruido y pocas nueces.

Así, los únicos capaces de inventar algo (S.García y Verdú) jugaban muy alejados de la zona peligrosa, el primero retrasado al centro y el segundo metido en una banda, dejando que fuesen Stuani y Longo los encargados de cazar algo. El partido murió con Falcao y RG metiéndose a perder tiempo en el corner.

Una victoria muy importante que permite seguir sumando y metiéndole diferencia a los "rivales" por la Champions, a esta hora el Málaga está palmando, el Valencia empató ayer y sólo la Real Sociedad ganó, pero no le considero como para sacarnos de ningún sitio.

Y ahora, a ganar/pasar en Sevilla, es la obligación que han adquirido después del número del Rubin Kazan.

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Rompiendo la racha negativa

Volvió el Atlético de Madrid de las grandes citas con su equipo de gala, el que si la semana que viene jugásemos una final saltaría al campo sin la menor duda, ya sé que hay dudas en cuanto a la titularidad de Juanfran, dado su mal estado... pero como Simeone no ha contado con Manquillo más que dos veces, el concurso del de Crevillente es impepinable.

Visitaban Zorrilla, campo engañoso donde los haya donde no es tan sencillo puntuar como parece, por otro lado el Valladolid es un equipo con gusto por el balón, de querer ganar a través de la posesión, lo que le hace más vulnerable en la retaguardia. Eso a priori le gusta al Cholo, equipos propicios a los que robar el balón y montar el contragolpe mortal, si además le añadimos que les faltan sus centrales habituales (Sereno y Valiente), todavía mejor.

El partido estuvo algo soso, para qué engañarnos, el Pucela dominaba la posesión de manera infructuosa, en ningún momento llegaba a inquietar a una defensa atlética montada muy bien, con solidaridad en el esfuerzo y colocación, como mandan los cánones. Aquí hay que valorar muy positivamente el trabajo de Gabi, ¡cómo se le echó de menos el jueves! Es el mediocentro total, ha vuelto de Zaragoza licenciado, roba, presiona, distribuye en corto y largo, y adelanta líneas cuando lo decide... es la prolongación de Simeone en el campo.

El primer gol se lo debemos a él, aunque fuera Falcao el que empujase (literalmente) el balón. Don Gabriel roba a un Omar espeso que se enreda en una zona indebida, el balcón del área, y después comete falta torpemente al intentar subsanar su error. La falta la bota el mediocentro en una jugada de pizarra, Godín se desmarca a la espalda de la defensa, y fusila a Dani, el esférico queda muerto en la línea de gol para que el colombiano la empuje. Ya digo, el mérito es de Gabi por forzar y ejecutar a la perfección.

El partido había quedado desnivelado y el Valladolid tampoco parecía muy convencido de voltear el resultado, les faltaba Ebert (lesionado) y Larsson, por muy internacional sueco que sea, no llega al nivel de agitación, golpeo y precisión del alemán. De tal forma, la posesión seguía siendo blanquivioleta y las ocasiones, rojiblancas. Gran primera parte de Diego Costa, que volvía tras 10 días fuera, sus últimas actuaciones habían servido para ganar al Betis (gol de la victoria) y al Sevilla (los dos del equipo)... otro al que hemos echado de menos, tanto en Vallecas como en UEFA, y que hoy volvió a ser determinante en el partido, porque sólo con su presencia libera en parte a Falcao y fuerza muchas tarjetas y jugadas, es un auténtico puntal.

Pudo marcar en la primera parte si hubiese elegido mejor en el mano a mano que dispuso ante Dani, que sacó el guardameta atento también a rebañar un rechace que a poco aprovecha Falcao. Hablando del colombiano, si el otro día dije que le notaba ansioso, sigo opinando lo mismo, no me gustan nada sus ademanes durante el partido y tampoco su individualismo recalcitrante en algún lance, porque aunque el delantero de por sí es egoísta, cuando proteges de espaldas al marco y existe un jugador en mejor posición, ¡pásala, coño!

Poca historia más en la primera parte, salvo un cabezazo de Joao Miranda que ataja el meta. Ya en la segunda, al poco de comenzar se encargó Diego Costa de terminar con las esperanzas locales al fusilar dentro del área tras una asistencia de Koke, que le puso el balón botando y él remató de igual forma, difícil de atajar para un portero. Con el 0-2, Djukic dio entrada a Manucho por un Javi Guerra que el año pasado marcó casi 30 goles en Segunda, pero que ya ha descubierto que la Primera nada tiene que ver, eso o que se junte con Adrián y vayan juntos a visitar a Mista. O a Javi Moreno, al que más rabia les dé.

Dio poco más de sí el encuentro, unos no querían forzar más y los otros no podían, francamente. Ceporro Rguez. dio descanso a Turan y encontró premio justo al final, un infantil error de Rukavina en cesión al portero con el pecho le brindó la oportunidad de remachar el tercero de la noche.

Si nos eliminan de la UEFA, que es lo más probable, este equipo titular ha de jugar el resto de partidos del año, si me apuras que vaya dando entrada a algún chaval como Óliver, Manquillo o Saúl ya sea en segundas partes o como titulares en algún momento puntual. Así, será casi imposible que se nos escape la tercera plaza, y de paso veremos si da para poder dar una alegría en Copa.

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Esto es todo... amigos

El Rubin Kazan llegó al Calderón con las ideas muy claras, defender fuerte y salir a la contra para matar al Atlético, y supieron llevar a cabo el guión con nota. Por otro lado, el Atlético de Madrid no se tomaba del todo en serio la competición, el banquillo lo poblaban varios de los habituales en el once, Courtois dejaba paso al inefable Asenjo, Miranda hacía lo propio con el veloz e inteligente Cata, Gabi (por Mario) y Ceporro Rodríguez en vez de Koke. Todos ellos unidos a la baja por sanción de DC.

Ya hemos dicho en anteriores entregas que los suplentes están muy bien siempre y cuando aparezcan de uno en uno (dos como mucho) y no sea en detrimento de hombres clave, y justo hoy faltaban algunos de la columna vertebral. Para completar el número, la intensidad de los hoy titulares dejaba bastante que desear.

Con todos estos ingredientes se hizo un buen potaje, el Rubin ya nos iba ganando a los 5 minutos de juego merced a una empanada -hoy va de gastronomía- de la defensa y del portero atlético. La defensa porque permitieron entre Juanfran y Cata triangular en el pico del área, resultando un disparo de Rondón ajustado al palo. Completando el número llegó Asenjo, que paró el balón pero que dejó muerto el mismo en el centro a un metro de distancia suya, las manitas se ponen duras y hacia un lado, es el abecé de todo portero. El caso que un centrocampista ruso llegó rápido para apuntillar la jugada, lástima que no fuese Adrián, en tal caso probablemente se hubiese tropezado o mandado el balón contra el larguero.

A partir del tanto no se crean que cambió la dinámica del choque, los rojiblancos seguían jugando al trote, perdiendo más balones de los que podían llegar a tocar y viendo cómo eran superados por los visitantes tanto en posesión como en despliegue. Es muy difícil ganar en cualquier partido que salgas a no salir, Mario volvía a ser el Mario Soez que nos tenía acostumbrados, no sé qué ha visto Krusty en él aparte de un desconocimiento manifiesto de la temporada atlética, sino hubiese llevado a Gabi (Don Gabriel a partir de hoy) en vez de al muerto este, si no perdió 10 balones se quedó cerca, tanto fue así que Simeone le cambió al descanso y espero que no le vuelva a utilizar en una década, para que reflexione.

Pero no era el único, Ceporro Rodríguez era el más enchufado de todos, que precisamente muestra a las claras el nivel del grupo durante la primera parte. Lo mejor era el resultado, el 0-1 permitía ir a Moscú con opciones. Además, el árbitro se encargaba de expulsar en dos acciones al capitán ruso (justas, pero es cierto que otro perdonaría la segunda), dando alas a los rojiblancos.

En la segunda parte entró Koke por Mario y poco después RG por Catacrack Díaz. Este último cambio intrascendente, muerto por muerto y tiro porque me toca, en el aspecto táctico suponía quitar a un central para poner a un tipo que no sé muy bien dónde juega (o merodea), todo ello justificado en el descarado paso atrás que los del Rubin habían dado, tan sólo Rondón jugaba algo adelantado, pero siempre en campo propio.

El Atleti no destaca especialmente por el ataque en estático, y menos cuando se juntan Ceporro, RG y un Adrián que lejos de sumar, resta. Se intentaba llegar a línea de fondo para central al área y poco más, muy fácil para los centrales. A pesar de todo, por mera insistencia se crearon varias jugadas de peligro, en una de ellas sacó el portero con los pies cuando ya estaba casi batido, en otra se le resbaló el balón cual lagartija tras disparo del Cebollo y luego hay especial mención a dos.

En la primera de ellas Adrián se reinventó, corner al primer palo que RG prolonga al segundo, superando al portero y a prácticamente todos los defensores… allí aguardaba Adrián, libre de marca, con el único deber de empujar a puerta vacía, pero eso era demasiado fácil, él consiguió cabecear fuera a medio metro del arco. Jugón.

En la segunda, Ceporrín, tras varios rechaces en el área, remata de cara a puerta dentro del área pequeña y la manda fuera. Dicho así no se aprecia la claridad de la jugada, era un gol cantado.

Como colofón a una noche tan magnífica, Asenjo sube a rematar un corner en la última jugada del partido, ¿he dicho última? Con el tiempo rebasado, los rusos consiguen rechazar el corner, llegar al centro del campo y meter un pase de 50 metros para que Orbaiz empuje a puerta vacía con Asenjo corriendo sin remedio. No se puede dejar llegar a esa situación, existen las faltas.

La competición claramente ha sido “tirada a la basura”, lo bueno de esto es que no tendrá que seguir rotando a los titulares, queda un partido en Copa (Sevilla) o a lo sumo dos y las jornadas de liga. De sobra como para que los habituales puedan jugar un partido por semana, las rotaciones son una gilipollez, sobre todo cuando el que aparece por detrás es netamente inferior. Esto es todo lo que hay, de sobra como para mantener la renta de 4 partidos para jugar la Champions.

Al menos los Gabi, Miranda, DC o Courtois no pueden alegar cansancio de cara al partido del domingo en Valladolid. Además, los Koke o Filipe tampoco han jugado los 90’ de hoy. Ganar o ganar.

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Debacle en Vallecas

Hay cosas que no pueden ser, y será así por siempre, no se puede pretender salir a un partido sin intensidad y mucho menos cuando los futbolistas que hay sobre el tapete no disponen del fútbol suficiente como para borrar del campo al contrincante, porque éste, a poco de intensidad que le ponga te va a borrar a ti. El Atlético de Simeone vive de eso, de las ganas, de comerse el césped en cada acción, de sacar el partido a empujones al rival... cuando le falta eso se convierte en un equipo vulgar.

Hoy faltaba DC, como también faltará en los próximos cuatro partidos de Europa League, a su vez, Simeone daba descanso a Godín y Turan, además de darle a Mario su segundo partido consecutivo como titular (¿premio a la internacionalidad?). Adrián, encargado de hacer olvidar a DC le pesó la titularidad una vez más (y van...) demostrando muy poco tanto en carácter, a pesar de saber lo frío que es, y en fútbol menos aun. Ni está, ni se le espera, supongo que se marchará en verano sin que le echemos en falta, la verdad.

Después, tanto Cata como RG naufragaron vilmente, el primero deja detalles partido a partido de que sus años de futbolista quedaron atrás, en un equipo bien ordenadito atrás quizá disimule bien sus carencias, pero un equipo grande obliga a defender más arriba, debiendo recular en muchos lances del juego y la momia Díaz pierde todos los envites.

El primer gol llegó sin tiempo de acomodarse, un balón de Piti a la espalda de Juanfran que, empanao, se ve superado por Baptistao, que llega a línea de fondo centrando raso y fuerte hacia el segundo palo. Por el camino Cata encoge la pierna (llegaba bien) dejando seguir la trayectoria y Filipe descuida la marca de Lass, que fusila a bocajarro a un Courtois con motivos para el enfado.

Lo peor no fue el gol, fue la sensación de indefensión. La jugada se repitió poco después, desde la otra banda y casi termina en tragedia de nuevo, creo que fue Miranda el que despejó en última instancia, Gabi era el único potable en esos minutos, pero su compañero de fatigas era una gotera con patas (lo que demuestra que Krusty ve tanto al Atleti como yo al Rubin Kazan).

El Rayo tampoco era gran cosa, pero le ponía coraje, suficiente para volver a marcar en un centro desde la izquierda de Lass que aprovechaba Baptistao para marcar, adelantándose al Cata en el primer palo. Internacionales ambos después del partido de hoy. Como norma no escrita, ficharemos a los dos, a uno parece que ya le hemos atado, y al otro es cuestión de tiempo. Por cierto, el brasileño lleva 6 goles en liga de los cuales 2 nos pertenecen, a mí me parece un tanto bluff, peeero... la comisión será jugosa.

Sobre el resto del partido apenas me apetece hablar, porque fue un no querer pudiendo, Falcao se pelea con el gol, se le nota ofuscado, busca meter en cada oportunidad que pueda llegar a tener, no le cede un balón a un compañero ni cagando y la ansiedad le puede. Menos mal que tuvo su gol al final, que no sirvió para nada aparte de para la estadística, y quizá eso le aplaque un poco.  

Pudimos ver a Óliver un rato, lo justo para demostrar que puede tener algunos minutos en determinados partidos a favor, no sólo cuando se vaya perdiendo sin remedio. Más calidad en una uña que el Tarugueitor en la pezuña, si no va con el B lo suyo es que juegue algo. Debe mejorar el Cholo la actitud fuera de casa, la próxima parada será Valladolid y no creo que sea sencilla, tampoco hay que alarmarse de cara a la clasificación (seguimos con ventaja holgada), pero tampoco debemos dormirnos en los laureles.

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Diego Costa se basta para ganar al Betis

Ganó el Atlético de Madrid al Betis en el Calderón cerrando esa colección de partidos entre ellos que comenzó hace tres semanas y que ha dejado un balance positivo para los rojiblancos, dos victorias y un empate, éste en las postrimerías de la vuelta de Copa en una más que discutible decisión del trencilla. Entre medias, muchas rencillas y piques con Diego Costa como epicentro de la polémica, pero no crean que el muchachote es el culpable como nos pretenden hacer creer los medios, ni mucho menos.

Consciente de ello, Simeone decidió dejarle en el banquillo de inicio (de haber jugado los 90’ hubiese terminado en la ducha antes de tiempo) y apostar por Adrián, toda vez que Falcao ya estaba en teóricas condiciones de competir. Partido discretito del colombiano que pone de manifiesto su inactividad en las últimas fechas, le va a costar volver a coger el ritmo y a ello no ayudará los viajes transoceánicos para disputar un puñetero bolo que nada favorece al club que le paga. Cacicadas de la FIFA.

El caso que faltaba la chispa del brasileño, tan enchufado últimamente, Adrián a día de hoy aporta poco o nada, algún desmarque y arrancada con destino a ninguna parte… a pesar de todo, Arda pudo adelantar al poco de comenzar con un mano a mano que no negoció bien y que permitió que Adrián (el del Betis) pudiera lucirse con una palomita. Poco después volvería a lucirse tras un primer fallo en el despeje, que engancha Gabi desde la frontal y desvía el meta. Poco más en una primera parte de perfil bajo, en la que se jugó al tran-tran y en la que Arda dejó algún regate y jugada para la galería, pero sin ser tampoco determinante.

En la segunda parte cambió el guión con la salida de DC por un alicaído Adrián López que incluso recibió tímidos pitos de la grada, y no era por el cambio ya que el brasileño sí recibió una sonora ovación. Incluso Falcao pareció revivir artificialmente al ver cómo éste arrastraba a los centrales, dejándole mayor libertad. El gol llegó tras un corner provocado por un disparo lejano del colombiano, Koke lo pone al primer palo, allí nadie logra contactar con el esférico, botando y llegando (dejando atrás al portero) al segundo palo donde DC se adelanta a los inocentes defensores verdiblancos y conecta con la cabeza para marcar.

El tanto fue una liberación para los colchoneros, se había conseguido lo más complicado, adelantarse en el marcador sin grandes alardes. A partir de ahí se generó una batalla sin cuartel con DC como actor principal. Cierto es que pisa a Rubén Pérez y podría haberse llegado a ganar la expulsión bajo el criterio de algún colegiado, pero también es cierto que la amarilla estando el balón por medio, tampoco estaba tan mal señalada.

Los béticos no lo entendieron así y decidieron tomarse la justicia por su mano, pegar, pegar y pegar. Además, el triste de Amaya todavía estaba escocido por su fallo en Copa que dejó en bandeja el tanto del brasileño… si eres un manta, jode que te lo digan, pero eso no borra lo malo que sé es. Cañas simuló una agresión con tirabuzón y retorcimiento (con los ojos abiertos y mirando hacia el árbitro) para forzar la segunda del ‘19’, y  mientras tanto Rubén Pérez pegaba a Godín en una entrada con nocturnidad y alevosía, de naranja oscuro. Con tangana incluida, sólo vio la amarilla por la acción y Perquis-Miranda otra por los empujones.

No contento con ello, Cañas volvió a cometer otra entrada por detrás sobre DC que bien podría haberle lesionado, pero Undiano volvió a dejarlo en amarilla, ¿qué habría ocurrido si hubiese sido al revés? ¿qué diría el bocazas de Mel? El fútbol quedó a un lado, el Atleti ya se daba por satisfecho con el golito y los béticos se preocupaban más de pegar que de jugar, prueba de ello fue que no dispararon más a puerta en el encuentro y que murió así. La mala noticia ha sido la quinta del brasileño que le impedirá jugar en Vallecas justo en la semana que Falcao puede sufrir el “virus FIFA”.

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A decidir en el Pizjuán

Partido intenso el que nos han brindado el Atlético de Madrid y el Sevilla, desde el segundo 14 con corner a favor de los locales, se intuía que iba a ser un asedio. Así fue durante el primer cuarto de hora, el trivote visitante (Medel, Maduro, Kondogbia) poblaba el centro del campo haciendo más complicada la circulación por aquella zona, pero Filipe estaba lo suficientemente enchufado y Juanfran activo para ofrecer alternativas que desatascaran esa zona.

Adrián no terminaba de estar lo fino que se requiere en estos choques, participaba, sabía irse de su par, pero fallaba en el último pase o control. Una auténtica lástima lo de este chico, no terminamos de saber si lo del año pasado fue una tormenta perfecta o, por el contrario, se trata de un equilibrista del balón con problemas en la finalización. Tiene unos meses para sacarnos de dudas.

El Sevilla no lograba mucho, sólo Rakitic y Navas creaban peligro, Negredo en cambio naufragaba cual tronco (es lo más parecido que se me ocurre) en el océano.

Ahora mismo no sé muy bien cuántas ocasiones de gol hubo, se me perdieron, pero sí se vieron muchos acercamientos, uno de Adrián que no terminó de controlar bien y que cedió a la llegada de Koke, que paró Beto. Otro centro desde la derecha que DC no llega a conectar con la cabeza por milímetros… y un mano a mano que el propio brasileño cruza en exceso.

Las jugadas se sucedían con rapidez pero no se terminaban de concretar, en lo referente al juego se estaba brillando, pero faltaba un finalizador que pusiese los puntos sobre las íes. Ese Falcao que sigue de baja, vaya. Con él, a estas alturas del partido ya se llevarían dos, eso sin contar con el poder de arrastre sobre los centrales que libera a otros jugadores en las inmediaciones del área.

En la segunda todo se despendoló. Al poco tiempo de comenzar Spahic comete un penalty infantil por desviar el cuero con la mano, cierto que DC se marchaba sobre la línea de fondo, pero era evitable y más con amarilla sobre las costillas. Penalty y expulsión. Se encargó de transformarlo el propio delantero.

A partir de ese momento se pensó (yo lo hice al menos) que el Sevilla se vería obligado a dar un paso adelante que propiciaría una mortal contra atlética… pero no sucedió así. Más bien se le apareció la virgen, porque un pase de Navas a la espalda de la defensa lo recogió Negredo, picó por encima de Courtois y el balón golpea en la mano de Godín que corre de espaldas a la jugada… para mí involuntaria porque la mano está pegada y si no era en la mano hubiese dado en la espalda/culo, pero Ayza no lo consideró así y le expulsó por roja directa.

Con 10 frente a 10 el partido entró en una fase extraña, los locales tocados porque no sabían muy bien qué hacer y los visitantes tampoco lo sabían, el resultado era bastante bueno para ellos y no era cuestión de correr riesgos. Koke dejó su sitio a Cata para recomponer la defensa. Pasados los minutos de atontamiento, volvieron a dirigirse hacia la portería palangana tímidamente.

En uno de esos ataques, DC porfía con Navarro dentro del área y éste al caer desvía con la mano el balón. Sólo los tontos tropiezan dos veces en la misma piedra, pues ahí tenemos a Navarro y Spahic (éste por su actuación liguera) demostrando que haberlos, haylos. DC marcó el definitivo 2-1.

Lo intentó el Sevilla otra vez, pero entre que Emery había retirado a Kondogbia (gran partido) para meter al chisgarabís de Reyes y que tampoco querían perder la cabeza, se quedó en agua de borrajas. Además, para agravar la situación, Navarro se autoexpulsó al cometer una entrada sobre DC cuando éste se marchaba hacia la portería de Beto. Fue el momento para matar el partido, pero no hubo manera, ni Gabi de falta, ni DC, ni Cebolla dentro del área… todo quedará para la vuelta, en la que partimos con ventaja pero que nadie se confíe. Habrá que marcar, aunque para entonces contaremos con Falcao, y eso muchas veces es más que suficiente.