No es oro todo lo que reluce
Leía hoy en ABC acerca de la cruda realidad del fútbol, una situación que hoy en día es más habitual de lo que pueda parecer y que nos deja una imagen alejada del ominoso duopolio encarnado por Madrid y Barcelona, que parece no existir fútbol detrás de ellos dos.
El Real Betis, hasta esta jornada líder de Segunda y equipo Champions hace no mucho tiempo, sumido en una crisis económica galopante, se ve incapaz de pagar la operación quirúrgica que le extirpe el tumor maligno de la pelvis a Roqué. Me pregunto, ¿cómo hemos llegado a esta situación?
Comprendo que en categorías modestas este tipo de situaciones se den, que un club de Tercera División vea imposible costear el tratamiento médico de sus futbolistas, incluso en muchos clubes de Segunda B que andan a la cuarta pregunta. Pero no así en clubes de las dos divisiones importantes en España, entidades que desembolsan en algunos casos millones de euros tanto en salarios como en compraventa de futbolistas, el mismo Betis seguro que ha invertido cientos de miles (si no millones) de euros este verano en configurar su plantilla. Se les debería caer la cara de vergüenza…
Menos mal que como está una persona de por medio se hace lo que se pueda por él y aparecen muestras de apoyo, desde luego, si fuese por el Betis merecían que la clínica les cobrase hasta el último céntimo, como a todo hijo de vecino.
Cambiando ligeramente de tema, aunque tampoco tanto, los futbolistas del Rayo llevan sin cobrar desde Noviembre, pero ni ellos ni el personal, ni el colegiado designado (1.397€) en cada partido, ni nadie. Se habla mucho de los futbolistas, esos privilegiados que cobran burradas por “dar patadas a un balón”, son la parte importante del fútbol, pero detrás de ellos existe una ingente cantidad de personas anónimas que cobran lo justito por mantener el césped, vender entradas, firmar actas, etc. Para ellos, los cinco meses sin cobrar se convierten en una broma macabra, capaz de destruirles lo que les ha podido llevar muchos años edificar, una vida digna.
El responsable de todo esto, el mentiroso compulsivo de Ruiz-Mateos, se resiste a vender un club en situación concursal, pedía nada más y nada menos que 22 millones de euros además de la subrogación de la deuda a cargo del comprador. Vamos una jodida ganga, supongo que él pedirá garantías de cobro, porque se cree el ladrón que todos son de su condición, y sino que se lo pregunten a Kraft (estos no van a ver el dinero ni en foto)… o a los aficionados del Atleti con los Giles. Comprar sin desembolsar un puñetero euro.
El caso que, por lo visto, ha reculado ante la presión social vivida en Vallecas en cada partido -además de la fiscal, que a ver si hay suerte y le meten un puraco bueno- y ahora se conforma con que los “pretendientes” acepten hacerse cargo de los agujeros generados por este encantador de serpientes. Suerte al valiente, la necesitará.