El Atlético se heló en casa
Noche gélida en el Calderón, la ola de frío que sacude España estos días propició una de esas estupendas noches de fútbol (¡ja!) a la orilla del Manzanares… qué bien hubiese venido un caldo caliente al descanso, coño. Sin embargo, lo de menos son las temperaturas, si después del partido se hubiese visto un fútbol del copón, una victoria inapelable, etc. nos hubiésemos ido a casa fríos pero contentos. Ayer, nos fuimos fríos y un poco moscas con el equipo.
El Español llegaba al Calderón como uno de los peores visitantes de la liga, sólo habían conseguido marcar un gol en sus desplazamientos y tampoco se crean que muchos más en total; 12 tantos. Así, esperábamos a un equipo bien ordenadito que con un gol a favor se haría fuerte intentando amarrar algún punto, pero que si se veía con el marcador abajo posiblemente sufriría de lo lindo. Para nuestra desgracia, marcaron 3 goles (25% de los marcados hasta ayer) y no se vieron por debajo en ningún momento.
Respecto a los nuestros, a mí ya no me engañan con esa ruleta rusa a la que estamos abocados a jugar, en Anoeta lo que otros llamaron fútbol de contragolpe como los de antes yo lo ví como un truño de partido en el que ganamos porque sonó la flauta, con un fútbol pésimo, atropellado gran parte del partido y con una efectividad difícil de sostener. Hoy el fútbol fue el mismo, hubo más ocasiones, menos efectividad y un árbitro que en vez de favorecer en las jugadas polémicas echó tierra encima con decisiones más que cuestionables. Ya saben, hasta la semana pasada nos habían dado hasta en el cielo de la boca a base de “robos, robitos y robazos”, se criticaron los regalos de San Sebastián y había que resarcir a la plebe con otra exhibición de Teixeira Vitienes. Pobre madre la de estos muchachos, engendrar a dos imbéciles no es algo fuera de lo normal, pero que encima se metan a árbitros viéndoles todo el mundo lo necios y retorcidos que son… la de veces que le habrán podido decir a la señora que por qué no compró un perro en vez de parir semejantes botarates.
El partido empezó como habitualmente suele verse en el Calderón, un equipo timorato, sin control en el centro del campo y asido por las dos o tres jugadas individuales del jugador de turno. El resto tiende a cero. Muchos dirán que les gustó el Español ayer, que es un candidato a Champions y blablablá… son una panda de mascachapas enorme, si no se llevaron 5 fue porque los nuestros tienen el punto de mira desviado y porque sin asociarse, en un deporte colectivo, mal vamos.
Un balón regalado a Forlán a 30 metros del área fue la primera de las ocasiones que gozó el equipo, el charrúa no acertó con la portería. Después fue Agüero el que esperando a que el balón le llegase (ay, ay) abortó un chut desde dentro del área grande que hubiese puesto en apuros a Kameni, ese portero moneda del que nunca sabes qué esperar; ¿cara o cruz?
Pero, cosas del fútbol, en la primera aproximación blanquiazul Teixeira pita una discutible falta al borde del área que resultaría clave. Al botar la falta observa unas manos de Reyes que (me pilla prácticamente de perfil a la jugada) tenía pegadas al cuerpo completamente, ya saben, si las manos van pegadas al cuerpo es penalti, si están claramente separadas y son de Xabi… sigan, sigan. El penalti lo transformó el deficiente funcional de Luis García.
El gol encabritó a los rojiblancos que buscaron con ahínco la igualada, ya fuese a base de jugadas individuales protagonizadas por los de siempre o a base de corners, básicamente forzados tras esas jugadas. Los laterales doblaban bien a los interiores, ponían el balón pero no había nadie para rematar (¡!), por el centro el atasco era mayúsculo, la M30 en hora punta. En ese punto habría que señalar la falta de presteza del árbitro para pitar las infracciones, algo así como 5 segundos después, mostrando las cartulinas a los zagueros catalanes como con pesar, gestualmente hablando. Me resulta complicado distinguir a tipos que no conozco desde la grada, pero más adelante me pareció que alguno con tarjeta debió ver la segunda y no la señaló por este mismo motivo. Absurda e injusta medida aquella de “como tiene una amonestación no le saco la segunda, le dejo que zurre otra más”, ¡viva el fair play y la protección (a los que interesa, claro)!
Simao, que ya no está para ser titular en este equipo pero que lo seguirá siendo per secula seculorum, desperdició un rechace entre el punto de penalti y la portería que aun me estoy preguntando cómo. Lo más difícil es tirarla a las nubes como ocurrió. En ese momento el Español había llegado media vez consiguiendo un gol, mientras que nosotros tras un moderado bombardeo no pasábamos del ¡uy! tan español.
Hasta que el Kun se inventó un disparo seco junto a la cepa del poste que Kameni no sólo no atajó sino que estuvo a punto de meterse en su propia portería. En el corner posterior, hasta en dos ocasiones fallaron los rojiblancos a bocajarro, encontrando algún jugador periquito, ya en la tercera Tiago apareció para remachar finalmente el empate al filo del descanso.
En la reanudación el equipo salió por los tres puntos, la inercia positiva del final de la primera parte hacía presagiar una remontada por empuje más que por fútbol. Sin embargo, un ¿corner o falta? mal ejecutado por los locales lo aprovecha el rival para salir a la contra como un rayo, Perea corre con Osvaldo que llegando a la esquina izquierda del área carga irreglamentariamente con el hombro al colombiano, que termina con la boca en el suelo… recorta, se coloca paralelamente a la línea de fondo hace dos amagos y dispara sin excesiva fuerza, De Gea no consigue atajar dejando un balón muerto en el área que aprovecha un españolista que andaba por allí. Máxima efectividad mientras nosotros nos preguntamos por qué el árbitro no había pitado falta. Misterios de la vida.
Quedaba ver si los rojiblancos se hundirían o si por el contrario pelearían como hasta ahora lo habían hecho. Fue lo segundo. Dos orsays condenaron al Kun, moscatel con el línea, el árbitro y Kameni, perdiendo tiempo todo el santo partido. Ujfalusi, por su parte llegaba a línea de fondo pero se equivocaba a la hora de meter el centro por bajo, regalándola en el último pase. Forlán seguía en su desesperante e inútil costumbre de desmarcarse hacia el córner, que estaría bien si tuviésemos jugadores de segunda línea que apareciesen a ocupar el hueco dejado por el 7, pero como no existen, da que pensar. Gracias a que Simao sube menos que la concesión de hipotecas, sino tendríamos un embudo con Forlán, Simao y Filipe que ríete tú.
Y en esas apareció el Kun, Forlán le mete un balón al desmarque que le deja solo frente a Kameni, amaga con el cuerpo tirando al meta camerunés y desplaza suavemente al lado contrario. Empate a dos quedando poco menos de media hora, tiempo suficiente para todo. Incluso para que QSF decidiese en una más que reprobable decisión, sentar a Tiago para dar entrada al inefable Raúl García, chapuzas de profesión. De verdad que mi mente no llega a concebir cómo retiras del campo al único que llega arriba con empuje, que le da una mínima salida decente al balón y dejas al tipo defensivo (Suárez) con otro que es una cataplasma de muchacho, un insulto a la profesión de futbolista.
Desde el primer momento dejó su impronta de tarugo reconocido, dando pases hacia atrás, oxigenando al Español e intentando una ruleta en campo rival que casi le cuesta un esguince de rodilla por torpe (lástima). Ah, también probó sus dotes de tirador de larga distancia pues ya saben que desde que viste la rojiblanca ha marcado muchos goles de esta factura como así lo atestiguan los números.
Al final, en otra contra del Español se decidió el partido. Osvaldo con un trallazo puso el balón junto al palo a media altura que nada pudo hacer De Gea, los periquitos siguieron perdiendo más y más tiempo, la grada se desesperaba con Teixeira y él sonreía. Una gran historia de amor. Quique terminó expulsado al impedir que Javi López entrase al campo para ser atendido dentro de él cuando se veía que claramente fingía en la banda, en la tangana posterior fue cuando el trencilla le mostró el camino del túnel. Malas sensaciones de cara al futuro, no por los periquitos que a pesar de sacar 5 puntos en la clasificación se diluirán cual azucarillo en un determinado momento de la Liga sino por otros rivales como Villareal o Valencia que no sólo están por encima sino que parecen conjuntos más cohesionados, no digo con mejores individualidades que eso habría que verlo… en el caso de los amarillos diría que sí en todo. Próximo partido la semana que viene en el Ciutat de Levante.