En un fútbol tan mercantilizado como el actual, la desaparición del canterano en nuestro bendito club era un hecho que venía dándose desde hace años. Para ser justos, diremos que fue el finado quien se cargó la cantera cerrándola y perdiendo un tiempo, unos chavales y un dinero precioso. Ya sabemos cómo era Gil, actuaba de la noche a la mañana con la sutileza como bandera. Su idea, “¿para qué quiero mantener una cantera cuando luego ficho fuera todo lo que me interese?” Además, eso (cantera) no dejaba comisiones ni abría portadas de periódicos, salvo que te salga un fuera de serie.
Con el tiempo, vio que eso era una soberana gilipollez. Una más de este tipo aupado todavía como salvador del Atlético de Madrid por unos cuantos juntaletras que se sacaron la carrera en un “todo a 100”, y otros cuantos seguidores que siguen afirmándolo pese a toda la información disponible sobre el tema (doblemente culpables por ello).
Tras su reapertura, la cantera ya no era la misma, había dejado de dar sus frutos en un equipo como el nuestro, cuyos objetivos distan de permanecer en primera división y jugar en Europa, como ahora nos quiere vender la prensa madrilista. En el fondo podríamos hablar de un proceso normal. No se puede cerrar el “chiringuito” y para después querer retomarlo en el mismo punto que lo dejaste, no, no y no.
De tal forma, los canteranos válidos que salieron -podría hacer un ejercicio de memoria y teniendo en cuenta que la cantera se cerró en 1992- han sido:
-Ricardo, actual portero de Osasuna. Fue suplente de Molina, se marchó a Valladolid (creo) en busca de oportunidades, sus actuaciones valieron para jugar en el Manchester. Volvió a España buscando la titularidad… hubiese valido para el Atlético, pese a que entonces teníamos un PORTERAZO como JF. Molina.
Ezquerro, subió al primer equipo en la etapa de Radomir. Para mí no vale, podría ser el jugador nº20 (en importancia) de una plantilla atlética. El navarro ha sido un tipo útil en Bilbao.
Baraja, vino de Valladolid, no sé exactamente con qué edad llegó, pero le recuerdo de partidos de Segunda con el B. Cuando televisaban en Telemadrid el partido de Segunda a las 18:30… si le consideramos canterano (para mí no por soportar la mayor parte de la formación los pucelanos), hubiese sido un pilar del Atlético en el medio para muchos años.
-Antonio López, actual capitán. Con el paso de los años ha ido de más a menos, ahora tiende a ser un “cerete”.
-Fernando Torres, estandarte atlético durante los 6 años que vistió la zamarra rojiblanca. En su debut en Albacete se atisbó un aura especial, en 10 minutos marcó el gol de la victoria y consiguió la expulsión de dos rivales. Sobran las palabras.
Después… “cuatro” chisgarabís que no han servido para el equipo, ni tan siquiera como suplentes. Los Molinero, Cuéllar, Del Moral, Braulio, Arizmendi, Gabi… han puesto en la picota el valor de una cantera. El primero ha tenido que viajar a Rumanía para ser futbolista, el segundo no juega ni en el Sporting, Del Moral no pasa de ser un buen futbolista en el Getafe, Braulio hace aguas en Zaragoza, Arizmendi no ha pasado de ser un delantero malo malo y Gabi fracasó tras una temporada entera jugando aquí con Luccin de pareja. ¿Para qué queríamos una cantera si no salían ni buenos suplentes? En los último 14-15 años solo contábamos con un world-class (jugador que sale uno cada X38 años), un portero aprovechable como suplente o titular de entreguerras y un lateral zurdo normalillo. Escaso bagaje.
Sin embargo, ahora todo ha dado la vuelta, con la llegada de José María Amorrortu como director de cantera. Traía una apuesta arriesgada, adelantar una categoría a los chavales para obligarles a competir con gente mayor, dotar de un mismo esquema a todos los equipos y paciencia, mucha paciencia con ellos. Confieso que no le tenía fe a este hombre, pero el tiempo le ha dado la razón.
Siempre hubo promociones que destacaron por encima de otras, pero la hornada que ya está aquí y la que vendrá me empujan a pensar que el problema de la cantera del Atlético era de estructura, de cabezas pensantes y, en menor proporción, de calidad. Las cosas no ocurren porque sí. Los Koke, Keko, Cedric, Borja, Joel, Pulido, Rubén Pérez, Pacheco, etc. apuntan a ser importantes próximamente.
Algunos dirán que no valen hasta que sean probados, pero se decía lo mismo de De Gea y Domínguez, con el segundo llegaron a decir que no valía para el Atlético a raíz de un partido con el Villareal el año pasado (4-4) y el primero ha llegado a la titularidad después de una sucesión de casualidades, infortunios y valentía, la valentía de un entrenador que confió en él.
Con esto quiero decir que a los chavales necesitan confianza, que alguien no sólo les suba al primer equipo sino que les aguante cuando tengan un partido malo, que les deje equivocarse y la gente entienda que un chaval de 19 años tiene todo el derecho de cuajar algún partido “regulero”. A estos dos canteranos se añade Ignacio Camacho, mediocentro al que aún no catalogo como válido, pero tampoco como fracaso. Le colocaría más cercano a buen suplente que a titular de stopper.
Mientras tanto, Amorrortu repite la consigna “en 3-4 años la mitad del once será canterano” y yo, cada día me convenzo más. Ya tenemos dos chicos (18%) que en ese tiempo no sólo serán titulares sino que estarán asentados en Primera División e incluso podría tratarse de internacionales, sólo ellos dos (aunque fracasaran los citados dos párrafos arriba) han compensado el mantenimiento de una cantera. Si además los otros chavales demuestran lo que se espera de ellos, habrá suficiente leña en casa como para calentar el salón, y sólo quedará adornar la chimenea con un par de detalles lujosos estilo Kun. Es decir, mejor gastar “la paga” en 3 detalles que no en 7 u 8.
Si a todo esto le añadimos la incorporación (libre) en verano de Fran Mérida, del que hace 14 meses dijo Wenger que era un mini-Cesc y que confiaba en él, pues miel sobre hojuelas. En el último año ha cambiado, contando poco para el francés por su negativa a renovar con el club londinense, de ahí que haya pasado de jugar en partidos de Carling y FACup a no salir ni en los entrenamientos. Sé que Fran constituye una gran incógnita para todos, pero prefiero su llegada a la de los tipos que nos tienen acostumbrados, además el chaval es atlético, luego vendrá a demostrar a todos que aquí puede triunfar. Poco que perder, mucho que ganar.
También arribará un canterano “fugado”, Mario Suárez. El hombre ha luchado en los últimos años junto a Gregorio Manzano (entrenador que apuesta por el fútbol) por llevar la nave mallorquinista a buen puerto. Su llegada, tengo la sensación que, trae consigo la salida de Camacho cedido a algún club de primera división, pero a cambio éste asumirá un mayor peso que Ignacio (no sé si incluso titular por delante de Assunçao).
Conclusiones:
La cantera toma el poder en el Atlético de Madrid, y yo que me alegro, de tal manera que todas las líneas contarán con al menos un jugador criado en Majadahonda el año próximo. Este cambio dotará al club de un proyecto de futuro del que ha carecido en los últimos lustros, rejuvenecerá la plantilla y servirá para que los chicos se curtan junto a veteranos (Ufo, Tiago, Reyes, Assun, …). Sólo queda tener paciencia con ellos (la grada).