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¡Qué liga más interesante!

Después del mosqueo de anoche, he querido escribir un post serio sobre el sainete del Cuerna. No soy un iluso que pensase en la victoria rojiblanca, desde luego que no, ya sabéis que días antes reflejaba mi pesimismo, pero eso no quita que llegado el partido me encabrone como el que más viendo los restos de lo que dice ser mi equipo.

Venía diciendo Jugger días atrás que la liga está adulterada y prostituida, obviamente tiene razón por varios motivos. Ya el año pasado hubo una gran diferencia al final entre Madrid/Barça y el resto, podría hablarse de un gran año del Barcelona, el Madrid no estuvo tan inalcanzable para el vagón de la Champions, pese a que muchos de los partidos los ganaban sin ningún tipo de brillo solo por salir al campo.

Pero este año la situación ha dado un vuelco bestial. De partida, el equipo tramposo invirtió 300 millones de euros en jugadores para así perpetrar el plan malévolo del Ser Superior, “superar al FCBarcelona de los 6 títulos”. De tal forma, la liga arrancaba claramente desequilibrada, el doping financiero de los dos grandes era evidente (Ibra=45+Eto’o y Chococrispis=25) mientras el resto gastaban unos 70 millones entre todos.

Dirán los aficionados tramposos aquello de… pues que se jodan, siempre ha habido ricos y pobres, los desequilibrios han existido desde que el mundo es mundo. Aceptando dicha preposición, no puedo compartir que en esta partida de tahúres, a cada movimiento me la estén metiendo doblada. Desequilibrios, vale, pero con un límite.

Actualmente el límite no existe, los dos equipos han ido ganando casi todos los partidos por juego, empuje o ayudas arbitrales. Si uno gana, el otro también. De los 114 puntos posibles, los dos equipos mantienen opciones de superar la centena al final del campeonato, elocuente dato que habla de la competitividad de la que dicen, la mejor liga del mundo… ¡por los cojones!

Ayer, un Atlético de Madrid pésimamente gestionado, se enfrentaba a la mole blanca, necesitada de los tres puntos para mantener el status quo, es decir, duelo en cabeza con su primo culé (recordemos aquello de merengues y culés). Los rojiblancos salieron bien plantados al césped, aguantando las primeras acometidas merengonas y estirándose lo suficiente como para dar pequeños avisos.

En una pérdida blanca, el balón circuló con la rapidez que se debe exigir a un equipo de esta entidad, balón al delantero en la medialuna del área, pase rápido al interior derecho (zurdo, pero derecho) y este bate al portero ajustando el disparo a la base del poste izquierdo. Gran gol de José Antonio Reyes, que en un gesto demagógico enseñó a su hijo vestido del Atléti en su camiseta interior. He de reconocer que, aun siendo un gesto de cara a la galería, siempre prefiero esto a un “chupádmela” o correr a celebrar el gol junto a tu amigo de la grada y que los demás se acerquen allí si quieren… rarito que es uno. By the way, felicitaciones a Jesús, lo clavaste el viernes, compañero: gol de Reyes antes de la primera media hora, 20€ apostados que ya me dirás a cuánto se pagaba. Al menos sacaste algo positivo anoche.

En los minutos posteriores al gol el partido se convirtió en un infierno para las tropas atléticas, el Madrid empujaba de lo lindo, la petarda portuguesa buscaba una y otra vez el momento de lucirse (sin éxito) e Igualín se pasaba de revoluciones en algunas acciones.

En una corner mediada la primera parte (no recuerdo el minuto), el balón le queda franco al Igualín que Ronaldo, éste recorta a De Gea y cuando todo el bar saltaba gritando gooool, apareció Tiago para meter el gancho y sacarla al costado… ¡gol-pe de vista! Pero lo mejor no fue eso, sino el contragolpe posterior a dicha jugada, sus caras de pánico presagiaba algo grande que al final se quedó en nada, pero sin duda fueron 30 segundos memorables.

El Madrí continuó con su acoso, pero sin dudarlo, la ocasión más clara corrió a cargo de la diva portuguesa, en el 45 cabeceó fuera un envío lateral. El Atlético se había limitado a aguantar el chaparrón, Valera se retiró lesionado y Perea volvía al once… de lateral.

Y si ya dije que el jueves ganamos sin gasolina ni ideas, la segunda parte fue un claro ejemplo de cómo quedarte tirado en medio de una autopista cuando te quedas sin “caldo”. Para colmo, Reyes (uno de los mejores), se quedaba en la caseta lesionado y entraba Juradín en su lugar.

En los primeros minutos el Madrí acertó con la portería en un corner, y a partir de ese momento sucedió exactamente lo mismo que cuando quitas el tapón en una bañera… lo mismito. Al equipo le entró el nerviosismo y se reflejó en un centro de 30 metros de Xabi hacia el lateral ¿defendido? por Jurado, entra en diagonal al área y bate a DDG previo recorte a Antoñete. Si Arbeloa te mete un gol así, apaga y vámonos.

Después, el partido careció de interés. Sin ningún brillo, el Madrid atropelló al Atlético y se hizo con la victoria merced a un gol de Igualín, aprovechando el regalo de la zaga colchonera. El penalti, clarísimo, de Xabi no hizo más que maquillar un resultado previsible, con el 3-2 no dimos sensación de poder empatar el partido.

Así pues, el Madrid sigue arrollando a sus rivales, manteniendo la cabeza de la competición. En mi teoría de la conspiración aparece una liga milimétricamente diseñada para que el Madrí-Farsa del próximo día X, llegue con empate a puntos entre los dos mafiosos. El resto de equipos irán sucumbiendo al duopolio, con alguna excepción, pero sucumbiendo. Haciendo cábalas de puntos entre los equipos que se juegan la cuarta, quinta y sexta plaza (quizá la séptima también lleve a Europa), esta es la peor liga en cuanto a puntos, mucho me temo que el billete para la Champions estará más barato que otros años… el descenso, con los equipos peleándose en torno a los 25 puntos, mucho me temo que tampoco llegará a los tradicionales 40-42 puntos. Es decir, todo se comprime en menos puntos mientras dos equipos baten todos los records. Oh oh oh, ¡qué liga más interesante!

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Más de lo mismo

Tranquilos, no tenéis que esperar más tiempo mi post.

Estoy hasta los cojones de que esta puta gente se mofe en mi cara con una suficiencia propia del mayor hijo de puta. Estoy también hasta la puta coronilla del cabrón de Carlos Martínez y del cornudo de Michael Robinson, sólo espero que les siente la cena como a la zorra los perdigones, que les entre una diarrea bestial que cuanto más corran más se caguen, y si paran revienten.

Vengo de un bar, la verdad que no me gusta ver estos partidos allí, pero he aceptado para verlo en compañía culé. Los madridistas, esos seres insoportables, aullaban en la primera parte clamando justicia (para ellos todo lo que no signifique barra libre para los de blanco, lo ven raro). En la segunda directamente hicieron gala de lo que son, unos cerdos impresentables. Que les den por saco, el día que pierdan la liga igual me paso por la Cibeles a cascarme un pajote. Dedicado a todos ellos, of course.

Si algún rojiblanco piensa que me he excedido, le pido disculpas, si es un madridista le pido que por favor abandone el blog cagando hostias. La mierda la tiramos al contenedor todas las noches.

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Triunfo sin gasolina ni ideas

Antes de nada, quiero mostrar mi descontento ante este horario de mierda que nos impone la LFP para un partido liguero entre semana, las 22h es un crimen para cualquier persona con obligaciones al día siguiente. Con la gilipollez acaba el partido a medianoche, entre que preparas la crónica y te quieres ir a dormir, te han dado la 1 como poco. Además, o preparas la cena justo para que coincida con la primera parte o lo haces al descanso con demasiada prisa. Lo dicho, mi más enérgico rechazo.

Vamos al fútbol. El Atlético de Madrid nos brindó el partido “prescindible 2.0”, compatible con “soporífero 0.1” e “infumable 2.1”. Para los menos avezados en este tipo de software, si lo pruebas más de una hora puedes estar poniendo en peligro todo el sistema, por tanto, mejor probar con gaseosa.

Ganaron al Athletic sin merecerlo, la primera parte fue una calamidad, empezó con una falta lateral, respondida magistralmente con un paradón de De Gea a cabezazo de un atacante bilbaíno. Muy bien el muchacho. El Atléti estaba con la caraja, sólo que esta se extendió más allá de los límites razonables e impidió ver peligro en toda la primera parte.

Los otros rojiblancos, hoy de negro, siguieron a lo suyo, con un fútbol nunca brillante pero sí efectivo. De tal forma, DDG tuvo que lucirse de nuevo con una parada de reflejos, ya que Llorente se deshizo de sus dos marcadores con sendos quiebros y fusiló con dureza al cancerbero toledano… si la hace Casillas mañana abre en portada.

En un par de barullos defensivos, ¡cómo nos gusta esta suerte del juego!, estuvimos a punto de cazar moscas, suerte que hoy no estaba “el destino” (vaya por delante que no creo en él) por joder la marrana. Por decir algo de los nuestros, creo que el rombo está muy bien cuando Jurado aporta algo, cuando no sólo no aparece sino que cuando lo hace es para regalar el balón al contrario, pues mejor salir con 10. Entre tanto, Reyes estaba algo perdido, Kun participaba poco y Forlán, mejor no comentar porque también perdió un par de balones claves que le costaron unos silbidos.

Ya en el segundo acto, el partido cobró algo de vida por nuestra parte, QSF les debió comentar que los partidos se ganan disparando a puerta, pocos, muy pocos, se ganan con una o dos ocasiones.

De tal forma, comenzó a estirarse el equipo, Forlán dispuso de unas tres o cuatro ocasiones que se “chupó” él solito, incapaz de darle un pase al Kun aunque éste tuviese una posición más ventajosa… en la última le miró que casi le asesina.

Y de repente, en una jugada sin ningún peligro aparente, Assunçao hace un cambio de orientación de 40 metros hacia la carrera de Valera, increíblemente, el murciano no sólo gana línea de fondo sino que pone un centro magnífico al punto de penalti donde, Forlán puso el pie para marcar el primer gol. Purita casualidad (lo de Valera).

El golpe hizo reaccionar a Caparrós, retiró el trivote para pasar a un rombo mucho más ofensivo, con Yeste de capitán general. En esos minutos vivimos agobio real, los centros laterales o eran atrapados por DDG o pasaban a generar pánico, pues nuestros defensas son de la teoría de “ya lo despejará el siguiente”… un par de ellos cruzaron el área pequeña de costa a costa. Otros barullos en jugadas de estrategia resultaron infructuosos para los intereses bilbaínos y, entre tanto, Jurado seguía missing en su función de enlazar con la delantera.

Kun nos regaló una de esas jugadas con recorte, imaginación y centro pasado cuando todo indica que la jugada morirá allí. Lástima que Forlán no llegase al remate. Justo después, el uruguayo dejaba su sitio en el campo a Camacho, pasaba el dibujo a un 4-2-3-1 con Camacho-Assunçao y Jurado por delante. El gaditano siguió desaparecido.

Y nuevamente, una jugada de ataque queda mal despejada por los “leones”, cae a Valera en banda, éste pega un pelotazo raso sin sentido que rebota en un zaguero, cae al Kun y éste no perdona. Dribla al central y cruza ante Iraizoz. 2-0 y a dormir.

Un equipo sin gasolina ni ideas se imponía con claridad, en el luminoso, a otro que tampoco había sido tan inferior. Caprichos del fútbol.

Quedó tiempo para ver a Salvio por Reyes e Ibra por Kun. También una jugada de contragolpe bien lanzada por Camacho-Ibra que cae a los pies de Jurado. En vez de devolver a Ibra que entraba por el centro, torpemente, se empeñó en finalizar la jugada con un resultado digamos que… desesperante. Casi se va de por la lateral.

El domingo recibimos al Madrid con un centro del campo lamentable, con unos jugadores sin fuelle, con una defensa de chiste y contra el gremio arbitral. Ya he visto esa película.

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Un suplicio

Como en una de tantas tardes estos últimos años, ver al Atlético ha sido un auténtico suplicio en ocasiones reinventado por los mismos “artistas”. Amenazaba tormenta antes de comenzar dada la estupenda racha local en su feudo y la baja del Kun Agüero (un oasis en este equipo), pero a última hora se sumó la baja por lesión de Tiago, presumiblemente en el calentamiento (aparecía en el once titular de la televisión), de tal forma que nos encontrábamos con un puzzle al que le faltaban piezas y una cabeza pensante, ¡coño! Así no hay forma…

El Mallorca tomó las riendas del partido desde el primer minuto, sabía de la endeblez defensiva rival por las bandas y a menudo le vimos volcar el juego hacia esa zona, aunque si hubiese decidido entrar por el centro casi podríamos hablar de un provecho similar. Fruto de ese dominio, en el minuto 10, Víctor Casadesús agarra un balón dentro del área, marea a los centrales y fusila con rapidez junto al palo. Otro gol más antes del cuarto de hora y van…

Si creéis que el Atlético protagonizó alguna jugada peligrosa en respuesta al primer zarpazo os equivocáis. Los bermellones siguieron dominando con una insultante superioridad, hasta tal punto que los de rayas daban la impresión de ser amateurs. Ibra era el único que intentaba dar sentido al juego atlético bajando hasta el mediocampo a enlazar, sin suerte ni talento, pero al menos le ponía empeño.

Sobre el minuto 20 volvimos a vivir un mini-asedio, desbaratado en sendas ocasiones por De Gea, en la segunda de sus intervenciones habría que reseñar la pésima actuación del cómico Antoñete, en ningún momento en su posición, le burrean varias veces en la misma jugada y porque jugamos con buen portero que sino… cualquier jurado popular (no confundir con el futbolista) le condenaría.

Y de repente… Jurado. Primero desbordó en una jugada para meter un buen centro sin remate y en la segunda de sus intentonas un minuto después, se hace sitio con el lateral y mete el balón al punto de penalti donde Forlán, entrando desde atrás, remata con la tibia para fijar el empate. Llegados a ese punto podría decirse que era el típico partido en el que no jugamos un pimiento y sin embargo terminamos rascando algo positivo.

Pero no, la realidad a veces te da unos hostiones que te arranca la cabeza de cuajo. Precisamente con la testa marcó Aduriz a renglón seguido. En una esperpéntica jugada, primero desbordan a Antoñete, centran para que los centrales dejen pasar el balón hacia la otra banda, allí, Borja Valero recibe solo (¿y Valera?), controla, la pone suave al primer palo donde Aduriz se adelanta a Perea/Valera que jugaban a un calienta manos. Patético, en conjunto, primero porque el lateral deja centrar, los centrales dejan que llegue el balón al otro lado sin atacar la jugada, el otro lateral en vez de preocuparse de su par está mariposeando por el centro y por último, el lateral fuera de sitio y su inefable compañero de zaga (Perea) se dedican a marcar al delantero con la vista. ¡Por favor, secuestren a esos muchachos!

Como las penas nunca vienen solas, Reyes tras una buena tarascada empieza a cojear ostensiblemente, ya teníamos a un equipo sin Kun, Tiago y medio Reyes. ¿Se puede remontar un resultado en esas condiciones? Claramente no.

No obstante, hubo un par de ocasiones antes del descanso, una de Domínguez en un corner botado desde la izquierda por Jurado, un defensa la sacó bajo palos. Y otra de Forlán, pero esta se escapó fuera. Entretanto Domínguez vio la amarilla al arrollar claramente a un rival en el centro del campo, error de bulto.

En la reanudación el partido lo podemos resumir en “bostezo tras bostezo, expulsión y ¡oh, no! María, el niño ha vuelto a intentar suicidarse…”

A veces anoto las incidencias del partido en una libreta para así evitar olvidarme de algún dato que considere importante (algún día voy a anotar las veces que RG da pases hacia atrás). Bueno, pues os cuento las anotaciones positivas (literales):

67’ Falta botada Reyes, cabecea dito (no sé) blandito manos Aouate.

78’ Ocasión clamorosa Forlán, en carrera.

Sí, dos veces llegó con peligro el Atleti en una bochornosa segunda parte, el resto son todo anotaciones negativas, difícil voltear un marcador en esas condiciones.

Por supuesto, el Mallorca siguió a lo suyo, primero jugando al mismo deporte (no olímpico) que el Atléti, la taba. Consiguiendo la expulsión de un desesperante, desesperado y corrosivo para el buen juego, Lacra García (homenaje a mi hermano, vuelve, cabrón). Pero bueno, tampoco fue fundamental en el resultado, porque en la primera parte no se le vio ni para bien ni para mal y seguimos siendo un equipo sin sentido colectivo cuando juega él, así, hasta puede considerarse positivo verle expulsado.

Después, Juanito, que había entrado por un Domínguez con gastroenteritis (lo dijeron) se complicó en dos acciones la mar de absurdas. Primero concede un contragolpe en una entrega defectuosa y, posteriormente, se confía en una jugada lateral yéndose al suelo y dejando expedito el camino hacia la portería defendida por el joven portero atlético. Poco más.

Mario Suárez cuajó un buen partido gracias a las facilidades madrileñas, gozó de una ocasión si consideramos como tal disparar de 35 metros junto al palo. Sigo sin verle capacitado para el Atleti, no creo que sea mejor que Koke, sí que RG, pero eso es trampa, en esa tesitura, yo soy mejor que el ínclito navarro.

La tarde terminó como empezó, con tragedia. El Mallorca marcó en el 85 un gol gracias a la colaboración entre Antoñete, Valera y Perea, ¿les suena? A mí sí. El colombiano alojó el balón en el fondo de las mallas, quizá por miedo a que Webó se le adelantase marcando él.

Para cerrar esta crónica, un precioso gol de Mattioni dio la puntilla al Atlético de Quique y de paso a cualquier cuenta pensando en llegar a Europa vía liga. El gol es para verlo, un corner botado desde la izquierda recorre 50 metros hasta el pico del área derecho, de volea, Mattioni empalma un derechazo a la escuadra. El 4-1 habla por sí solo.

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Sufrido pase a Cuartos

Con este Atlético de Madrid de por medio, cualquier pequeña batalla se convierte en una lucha a cara de perro por una supervivencia que van arañando con mucho sufrimiento. Sabíamos que en Lisboa el partido transcurriría en un fino alambre que separaría el bien (clasificación) del mal (KO), pero también intuíamos un porcentaje alto de éxito al valernos cualquier empate a goles. Cual funambulista, el equipo mantuvo el tipo consiguiendo una clasificación para Cuartos, poniendo el nombre de la ciudad de Madrid en el mapa de las competiciones europeas (risas).

Pronto se pondrían las cosas de cara, al minuto 2, Simao intenta ganar línea de fondo sin éxito, el cuero le cae a Antoñito que con éxito mete un centro raso al corazón del área, allí, Agüero mete la pierna lo justo para desequilibrar la eliminatoria. Alegría morrocotuda para una parroquia acostumbrada a recibir ellos el golpe inicial.

Tras ese gol, se sucedieron unos minutos de extraño control rojiblanco, extraño porque no dominábamos el partido pero tampoco nos hacían ocasiones un Sporting visiblemente afectado por el mazazo. Kun revoloteaba entre los centrales provocando auténtico pavor, RG no era el metrónomo que debería ser, pero al menos no estorbaba.

Todo marchaba en orden, y sin embargo, en una jugada aislada llega el balón a Saleiro en banda derecha. Domínguez marcaba al propio delantero luso, éste recorta y centra un balón al segundo palo… allí, remata sin oposición Liedson al fondo de la red. Perea, en un alarde de estupidez supina, había decidido darle dos metros de distancia al delantero lisboeta (único atacante en el área). Partido igualado, eliminatoria aun favorable al Atlético.

Después de este gol vimos a un Atlético mucho más cuajado, intentando combinar con mayor o menor fortuna, pero intentándolo… un paso. Faltaba profundidad en el ataque, Jurado se perdía en el enganche y el Kun se convertía en un islote perdido en medio del océano. Entre medias de una de tantas infructuosas jugadas de mediocampo, Reyes ve la luz, dibuja un pase maravilloso para el Kun a la espalda de los centrales, éste tumba al primero con la arrancada, al segundo con un recorte primoroso y resuelve con un sutil toque con el exterior de su bota hacia el palo. Gol de videoteca.

Llegados a ese punto, la eliminatoria quedaba en franquía para que el Atlético pasase con comodidad. Los verdiblancos (hoy pistachos) volvían a verse abajo en un partido del que nunca habían sido dueños y, a decir verdad, veían más negro que el sobaco de un grillo. Los rojiblancos, a lo suyo, con una comodidad impropia de esta plantilla, dejando que el propio reloj ahorcase a un impotente rival.

El mismo reloj nos estaba a punto de llevar al descanso cuando una, aparentemente inocente, falta de Assunçao a 30 metros volvió a traer las dudas. Veloso pone el balón de tal forma que bota en el área pequeña antes de coger portería. Por el camino, ningún defensa en la trayectoria del balón y Ujfalusi pasando antes de la cuenta al corte. De patio de colegio.

Aprovechando la inercia del gol, los lisboetas arrinconaron a los nuestros en los tres minutos de descuento con dos claras ocasiones en forma de centros laterales. Uno de ellos se estrelló en el larguero, ver para creer. Así, el descanso se celebró.

La versión de Atlético en la segunda parte fue la de las malas tardes. Una defensa histérica sembraba terror adulto en cada balón dividido, malos despejes, entregas al contrario en zonas de riesgo (Perea y Assunçao), etc. El campo pareció inclinarse peligrosamente hacia la portería de David De Gea (DDG) que sufrió dos acercamientos peligrosos, el primero lo solventó con una mano rápida en respuesta a un disparo a bocajarro y en el segundo, un tipo de 1.70m remató de cabeza libre de marca en el área pequeña.

Entre tanto, Jurado había desaparecido definitivamente, Simao y Reyes habían pasado a la historia del partido (por jugarse en los primeros 35 metros) y RG, bueno, todos sabemos lo cobarde e incapaz que es el navarro para imponer un poquito de criterio en el centro. Un agujero negro que engullía, de paso, a un Kun que batallaba contra 3 y 4 tipos cada vez que un pelotazo de 50 metros le caía cerca.

En un gesto inequívoco de ir a por el partido, equilibrando el medio con un tipo bregado, de calidad y veloz, Quique sacó a Valera por Simao. Veinticinco minutos por delante para mostrar al mundo la magia del fino lateral murciano. ¡Qué arte, hostia pijo hueva!

Para muestra un botón, Valera conduce la contra por banda derecha, gana por velocidad a su marcador y cuando puede dejar solo al Kun (a 3 metros de él) falla por ¡falta de fuerza! Obviamente tuvieron que ingresar al lateral lisboeta por un dolor de tripas, se moría de risa.

El equipo captó el mensaje, había que apretar el culito hasta el final. Este tipo de cosas salen bien ante equipos del montón, el Sporting lo es, ante un equipo que entregaba miserablemente el campo optó por el pelotazo como recurso para llegar a la portería de DDG. Complicado ganar usando esa táctica.

En otra vuelta de tuerca más, Forlán entró por el Kun para jugar los últimos 12 minutos. El único que se movía, la aguantaba un poco y provocaba faltas en campo contrario desaparecía del partido. Discutible el cambio, a mí no me llegaba el aire a los pulmones. Camacho entró por Jurado para terminar en un 4-5-1; con un trivote y un lateral entre los “5” del medio… acojonante.

Hubo suerte, pasaron la eliminatoria defendiendo con uñas y dientes la ventaja adquirida con los goles de Agüero. Un superclase que nos colocó en Cuartos de la EL, que pase el siguiente.

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Vuelta abierta en el José Alvalade

El Atlético de Madrid se juega mañana el pase a Cuartos de la Europa League (de aquí en adelante, EL) ante un Sporting que mostró poco fútbol en la ida, el empate a cero debería significar una ventaja para los lusos al jugar en casa, pero se puede volver un arma de doble filo si los rojiblancos aciertan en una contra. Ésa será la mayor amenaza de los de Quique.

Sin embargo, por encima de cualquier planteamiento del partido debería primar el, ¿qué queremos hasta final de temporada? (por supuesto la plantilla, no los aficionados)

Últimamente se ve a la plantilla cascadísima físicamente, bueno, a decir verdad los peor parados son las estrellas del equipo. Por ello, intentar llegar hasta la final de la EL, disputar la Liga a tope (mirando la cuarta plaza de reojo) y plantarse el último día en la final de la Copa del Rey suena a ciencia-ficción tratándose del equipo español con más partidos sobre las costillas.

Personalmente, y pese a que han vuelto a salir los optimistas con la cantinela del cuarto puesto, pienso que el tren liguero se perdió en Noviembre cuando deambulábamos por el descenso. A partir de ahí, la carrera contrarreloj que esbozan algunos para intentar mantener el ‘status’ ganado en los dos últimos años es eso, una contrarreloj sin tiempo para un “corredor” sin fuelle.

Creo que ya todos somos conscientes de las limitaciones de la plantilla, de cómo ciertos jugadores importantes por H o por B no han dado el rendimiento de pasadas campañas, de la incompetencia manifiesta de otros integrantes, de la falta de jugadores según qué puestos, inexistencia de (buenos) suplentes… con esos ingredientes, imposible cocinar un buen plato.

Por eso, apostaría por aunar esfuerzos en una competición, la que ofrezca mayor rédito, para mí la EL.

La liga cuenta con el factor Tiago, pero por el contrario la desventaja de 10 puntos echa para atrás al más valiente. El Sevilla puede ir dejando puntos por el camino, ¿tantos como 10? Difícil. Sí veo factible terminar en un arreón sextos, clasificando directamente para Europa vía liga.

Mientras, la EL supone un camino corto para otra final (5 partidos), ésta poniendo al equipo en el mapa europeo. El mayor contratiempo: RG en el once titular por un Tiago ausente para la competición. Queda la duda de si el portugués pudiese jugar a partir de Cuartos, según dejó entrever en una entrevista en “El País”. Los equipos que quedan en competición no dan miedo, mucho nombre y poco fútbol, en ese punto (igualdad a nada) los atléticos deberían hacer valer su arma secreta… Kun Agüero.

Resumiendo:

Si deciden ir a por el cuarto puesto, en EL se sale con suplentes dando descanso a titulares. Si no, mañana once de lujo y carrito del pescado en liga. Porque… tetas y sopa no caben en la boca.

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Incapaz

Esta tarde hemos asistido a un atípico partido europeo a las 19horas pero, sin embargo, vimos por enésima vez la misma película. Un Atlético incapaz de marcarle un gol al arco-iris. Al menos, los valientes llegarán pronto a casa, pobre consuelo.

No sé si habrá otro equipo en el mundo cuyo fútbol dependa tanto de un fichaje invernal que, para colmo, no puede disputar competición europea. Ése es el Atlético, con una planificación maravillosa se “pasea” por Europa… técnicamente no conoce la victoria esta temporada en Europa, pues la previa de la Champions no suma en las estadísticas de la competición (por ejemplo, goleadores o partidos). Qué suplicio, hermanos colchoneros.

Pero si la baja de Tiago se podría calificar de vital, el concurso de RG, la segunda parte de Juradín o el desacertado Simao (¿dio algún pase bueno?) convierten el partido en un vodevil. Podríamos añadir a Valera al lote, pero hoy le salvo, en parte por la ausencia de trabajo defensivo.

Así, el Atlético salió a intentar viajar con ventaja a Lisboa. Rápido encontró un “contratiempo” al lesionarse Perea en un choque con un portu, intentó continuar pero su rodilla le dijo basta. Valera ocupaba el lateral y Ujfalusi pasaba al centro junto a Álvaro Domínguez.

Reyes, a lo suyo, entraba por la derecha como un cuchillo en la mantequilla, los portugueses lo vieron claro… parar al utrerano significaría cortar una vía de agua importante. El lateral zurdo, Grimi, duró lo que el Madrid en la Champions (dos envites), al primero le mostraron amarilla, en el segundo le pega con todo a la rodilla cuando éste se iba a internar en el área. Expulsión por doble amonestación, aunque bien pudiera haber mostrado roja directa. Por delante una hora de superioridad numérica, mucho tiempo.

Kun lo entendió a la perfección, primero que la calidad del centro del campo con RG es sospechosa y segundo, los lusos sufrirían si él forzaba las jugadas en el área. De esta forma, nos regaló un jugadón digno de museo, en un metro se marcha de tres defensas, genera espacio y fusila un pelín desviado. Si marca gol se cae el estadio.

El Sporting, viendo el panorama, cedió completamente el balón al rival y jugó a aprovechar algún resquicio. Tardó poco en llegar, un balón absurdo cayendo con nieve confunde a Antonio López (necesita poco) perdiendo la posición, Liedson, atentísimo, arma un disparo-vaselina que se estrella en el larguero. Runrún en la grada.

Reyes, ofreciéndose a sus compañeros, vuelve a recibir otra falta clamorosa sin amonestación. Impresentable. Era el preámbulo de los minutos de acoso rojiblanco, no confundir con buen fútbol. Un par de corners metieron el miedo a los lusos, en uno de ellos la posterior jugada la anula el colegiado por ‘orsay’ de Agüero, cuando claramente estaba POR DETRÁS del último defensa. De locos.

Mientras, Simao daba un recital de pérdidas de balón en todas sus vertientes, ya fuera entregándola a un contrario, con pases al hueco (y tan hueco…vacío), carreras de caracoles con su par… un verdadero despropósito.

Ya en la segunda parte, Quique reaccionó pronto retirando al Sr. Sabrosa por un Salvio que reclamaba minutos desde hace un par de semanas. En principio el cambio era celebrado por este menda, pero luego no sé muy bien para qué sirvió, pues Reyes pasó a la izquierda (perdiendo gran parte de protagonismo) y Salvio aparte de ganas (ya mejora a Simao) y llegada desde atrás, aportaba poco al juego del centro. Quizá con Tiago se note menos su poca participación, pero yo le probaba por la izquierda a ver qué tal se desenvuelve. Un tipo con llegada quizá le viene hasta mejor entrar a pierna cambiada, es una idea.

Kun, a lo suyo, nos volvió a regalar otros 5 minutos de dibujos animados. Otra vez desde el pico del área vuelve a anudar dos contrarios con un par de movimientos de cintura rápidos, gana línea de fondo y desde allí intenta batir al guardameta, sacándole el balón con la oreja. No es broma.

Después, otra vez vuelve a hacerse sitio en la frontal para pegarle con malicia, fuera de nuevo. ¡Ay, si tuviese gol este muchacho! Por otro lado, Forlán, un tanto desaparecido en combate, se despertó para agarrar un balón dentro del área y dejarse caer miserablemente cuando no le habían tocado, ¡pégala, coño, y no te tires!

El partido se resumía en un Agüero contra el mundo, Reyes contra el mundo, Forlán contra… o chispazo genial o este partido marchaba camino del empate a nada. Quique en un último (vano) intento por trenzar alguna jugada sacó a Jurado por RG, pitado en el cambio, pero la cosa hoy no estaba para muchas alegrías.

Justo antes del final, Tonel fue expulsado por empujar al Kun con el juego parado. Saleiro también estuvo a puntito de correr la misma suerte (pondría la mano en el fuego a que si terminó el partido fue por las dos expulsiones de compañeros) en una criminal tijera a Reyes en la frontal. Ambas faltas terminaron en nada, como el partido, como el equipo cuando falta Tiago… incapaz.

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Guarrazo galáctico

El equipo tramposo volvió a hincar la rodilla one more time ante un equipo francés ninguneado por la prensa desde el primer momento. Ya en la ida, los galos dominaron el partido por completo llegando a Madrid con un exiguo 1-0 que para nada había hecho justicia.


En el partido de hoy el Madrí salió en tromba, como era de prever, avasallando a un tímido Lyon. Kaká pudo igualar la eliminatoria en el primer minuto, pero ahí estuvo atentísimo Lloris. Habría sufrimiento para nuestros frágiles corazones.


Poco después, la diva de Madeira, marcaba en un contragolpe bien leído por Gutiérrez. Anunciaba tormenta de las gordas. Y vaya si lo fue.


De repente el campo se inclinó peligrosamente hacia la portería francesa, llegaron los disparos de Kaká, la de Higuaín que va fuera, el disparo al palo del propio ‘Pipón’ cuando estaba SOLO y otra que en vez de dársela a Crisantemo para que empujase, decidió pegarla él. Mejor. El que no haya visto el partido dirá, “¡pero bueno! Esos franchutes tirarían a puerta, ¿no?” Pues no, engullidos por el tornado merengón se limitaron a defenderse con uñas y dientes, sólo Govou tuvo una ocasión clarísima en la que se lió al rematar.


El descanso llegó y lo visualicé. Estos franceses tendrán su ocasión, la meterán y los merengones quedarán fuera con un par de narices, en mi visión aparecía un gol más de los cornúpetas. No fue del todo así.


Desde el primer minuto el guión cambió radicalmente, el Madrí por falta de fuelle o por desconcentración, perdió el timón del encuentro peligrosamente para sus intereses y afortunadamente para este servidor (y vosotros, salvo que tengáis un cornalón).


Primero fue Govou el que perdonó, tras una internada de Källstrom en la que puso el balón al punto de penalti. Mal, mal… Sin tiempo para dar otro trago de cerveza, Lisandro nos dejaba el corazón en un puño al conectar un violento disparo de 30 metros más peligroso de lo que aparentaba. Los blanquitos se desangraban poco a poco, veían con pavor la posibilidad de encajar un gol.


En ese momento, se formó correcalles vistoso para el espectador, Kaká-Higuaín-Cristiano por el Madríz; Lisandro-Delgado-Govou por parte del Lyon. Tuvo una contra clamorosa Igualín, un 3 para 1 en el que se estrella con su marcador en vez de soltarla rápida al compañero desmarcado… jojo, qué mosqueo se pilló el ‘portuguéis’.


Y llegó el gol de la noche. Un balón en el área embolsado por Lisandro… dos centrales encimándole, la deja al desmarque de Pjanic, y éste fusila a Casillas. Gooool, del orgullo francés.
El Trampas tocó a rebato, cambió a Granero por VdV y a Kaká por Raúl. El brasileño ostensiblemente enfadado (vamos, más caliente que el cenicero de un bingo), así eran las cosas. El Lyon se equivocó al encerrarse completamente en su área, pero aguantó como un titán, todo sea dicho. Incluso tuvo un par de ocasiones clarísimas (Lisandro y Delgado) falladas por exceso de confianza o torpeza, no lo tengo claro del todo. Daba igual, su misión la ejecutaron a la perfección. DARLE LA PATADA EN EL CULO AL madrid EN SU CAMPO, LLENO, CUANDO CREÍAN EN UNA GOLEADA, JOJO.

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Hay días que mejor no levantarse

Efectivamente, hoy fue un día de esos en lo futbolístico. El equipo volvió a ser aquel de hace no tanto tiempo, ese que acostumbraba a encajar el primer golpe en los primeros minutos, ese incapaz de tirar a puerta durante una hora o más. Así complicado salir victorioso en cualquier campo de la geografía española, incluso me atrevería a asegurar que del mundo, difícil terminar un maratón bien si en el primer kilómetro te dan un puñetazo en el hígado…

Y tampoco el Zaragoza fue un equipo de los pies a la cabeza, no. A los maños les bastó con adelantarse en el marcador, llevar el partido a su terreno, y una vez allí dejar que el propio Atléti se ahorcase.

Hoy Tiago estuvo gris, eso lo notó el resto del conjunto, las jugadas dejaron de trenzarse como contra el Valencia... de paso, Simao y Forlán volvieron a sufrir ese mal cada día más habitual en ellos, una especie de “gutismo” que les impide ser regulares en su juego. O blanco o negro.

Dirán que soy ventajista, pero el que me conozca bien sabrá que no, Forlán ha metido muchos goles últimamente, cierto, sin embargo siempre le he visto en los partidos con un ritmo cansino, apático, como si llevara el mundo a las costillas. Los goles de penalti, aunque hay que marcarlos no me sirven como termómetro de un delantero, es decir, un delantero horrible de forma puede marcarlos perfectamente. Algunos me recordarán el gol de Estambul, también cierto, pero qué hizo en ese partido… NADA.

Reconozcámoslo, el uruguayo necesita un trabajo específico para recuperar la forma. Es un grandísimo delantero con el puntito de forma, capaz de marcar goles de 30 metros sin despeinarse, pero este Forlán no se parece. Negarlo será engañarse.

Simao lleva un camino paralelo al uruguayo. Los goles de falta le han dado un crédito como titular que realmente no se ha ganado esta temporada, no se va de su par nunca, por tanto evita encarar, falla pases tontos y luego sigue con su tónica de corners botados al primer palo a un metro de altura… horrible.

Ninguno estuvo, ya digo que Tiago tampoco, quedaba el Kun y Reyes. Del primero se puede decir que estuvo bullicioso, lo intentó sin fortuna. Al segundo le cosieron a patadas con la permisividad del árbitro. El Zaragoza encontró barra libre, repartió estopa sin ningún pudor.

Así llegamos a la segunda parte, con un Atlético que aburría a las ovejas y un Zaragoza que quería matar el partido pero tampoco sabía cómo. Quique decidió meter a Jurado por Forlán para así meter un jugador más en el centro del campo, de forma que se superase por fútbol al rival en la zona ancha… la verdad que no se notó nada. Poco después, Simao enfilaba vestuarios dejando el puesto a Salvio. ¡Por fin media hora del muchacho! Comprobaríamos las prestaciones de este equipo con Reyes y Salvio en bandas.

Claro que, la alegría dura poco en casa del pobre. El trencilla expulsó a Reyes en una jugada polémica, ya que sufre un reiterado agarrón de Eliseu, el rojiblanco -hasta las mismísimas pelotas de las continuas faltas mañas- suelta la mano impactando en el rival. Roja directa y al vestuario, qué malos (y dañinos) son.

A partir de ese momento pareció que el Zaragoza tomaría el mando definitivo del partido hasta el final, pero no. Reculó unos metros, lo justo para que el Atlético dominase la posesión y pudiese gozar de alguna ocasión. Sin embargo, los minutos pasaban infructuosamente para los de Quique, Gabi seguía regalaba una entrada de roja al Kun (que ni tan siquiera fue amarilla para Clos) y a continuación una menor sí lo era para Tiago… impecable el colegiado, ¡por los cojones!

Llegaba el 90’ con un bagaje horrible, un Reyes que se perderá el próximo partido, Tiago también, el fútbol se quedó por el camino… pero apareció un chispazo de genialidad. En el rechace de un corner caía el balón a Jurado, metía un centro al área y allí cabeceaba un Ibra que había salido por Assunçao (cambio de QSF a la desesperada). Impecable gol de delantero centro puro. Un punto se rescató, no obstante, mejor olvidar el partido rápidamente.

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España humilla a Francia en Saint-Dennis

Pocas veces veremos a la Selección ganar a domicilio con semejante solvencia ante una de las teóricas potencias mundiales. Un gol de Villa y otro de Ramos, en colaboración con Escudé, bastaron para doblegar a unos mortecinos ‘bleus’.

En estos partidos las conclusiones se ven un tanto distorsionadas por la pobre puesta en escena rival, pese a todo, y como no me apetece extenderme en una crónica detallada del partido, dejaré las pinceladas de lo que a mí me hubiera parecido razonable o bueno.

1) Me chirría ver a un diestro como Arbeloa en el lateral izquierdo. Con todos los respetos, no se trata de Phillip Lahm ni mucho menos como para considerarle válido en la izquierda. Como solución de emergencia en algunos partidos puede valer, mejor lateral que Marcelo en el Madrid, pues también… trasladar esa solución poco ortodoxa a la Selección me produce urticaria. ¿No hay ningún lateral zurdo medianamente bueno en el fútbol español? Tratándose de amistosos sería pertinente probar con tipos como Monreal (Osasuna), Canella (Sporting), etc… Vuelvo a repetir, se trata de Arbeloa, un tipo cumplidor sin más. Ahí lo dejo.

2) El doble pivote con Xabi-Busquets preocupa. Durante muchos minutos de la primera parte vi al equipo tocando muy atrás debido a la disposición casi en paralelo de estos dos jugadores, Cesc era el que se intercalaba un poco por delante de ellos. Para mí sobra uno claramente. Decían en la radio que cuando Torres esté bien el sacrificado posiblemente sea Cesc (sacrilegio), aludiendo a la predilección de Del Bosque por ese doble pivote, por Iniesta-Xavi-Silva por delante y Villa acostado a una banda con Torres en punta. Si se pretende jugar con dos puntas, mejor quitar un mediocentro y añadir un tipo de calidad como Cesc Fábregas.

3) La verticalidad del juego. Si algo hicimos bien en la Euro fue tocar-tocar-tocar-y-volver-a-tocar. Tengo la impresión que esa paciencia se ha perdido en muchas ocasiones buscando un pase directo hacia el delantero, saltando de esa manera la mejor línea de todas, los Iniesta-Xavi-Silva… en determinados momentos me parece correcto para romper por sorpresa, pero durante 10 minutos insistir en terminar la jugada rápido, no. Paciencia.

4) La puñetera relajación. Con un 0-2 en el marcador nunca debes liarte con arabescos en campo propio con un rival resoplando en tu cuello, así vienen las pérdidas y los problemas. Si ese balón de Malouda en vez de al palo va dentro, hubiésemos sufrido unos arreones finales innecesarios. Recordemos que EEUU nos eliminó en un partido por dos fallos totalmente absurdos, el primero una pérdida en nuestro campo que posibilitó un mano a mano a Altidore, y el segundo una cadena de errores que terminó con Ramos intentando controlar un balón en el área pequeña… y que no hizo más que dejarle el balón muerto al delantero para que la empujase. En defensa siempre el pase más sencillo, si la presión te “va a poder” mejor un pelotazo que una pérdida. En un Mundial un fallo defensivo te deja fuera.

5) Vi a Iniesta y Silva algo perdidos en el campo, no sé si tuvo algo que ver el punto 2) o simplemente están castigados físicamente.

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Diferencia entre neverazo y error

Uno, que está hasta los “mismísimos” de escuchar/leer gilipolleces de Villaratos y demás sandeces inventadas por la afición más beneficiada la puta historia del fútbol, pues ha decidido regalaros estas líneas, para que no sólo seáis conscientes de lo absurdo de vuestras reivindicaciones (que lo sabéis, salvo que seáis unos oligofrénicos del quince, caso de Roncero y Guasch).

Argumentar sobre la persecución al Real Madrid por parte del estamento arbitral, hasta tal punto que Pérez Burrull fue mandado a la nevera el año pasado por una ayuda descarada al “noble y bélico adalid”, suena cuanto menos carcajeante. El colegiado cántabro no fue enviado al purgatorio por favoreceros, pequeños, sino por una cadena de errores imperdonables. Sí, habéis leído bien, nunca se puede considerar igual obviar un penalti, expulsar indebidamente a un jugador, conceder un gol ilegal, con cometer todos esos errores junto o, al menos, parte de ellos. Burrull fue criogenizado porque falló reiteradamente, con el agravante de su chulería (de esto va sobrado el menda). Dejar de pitar un penalti y amonestar al delantero computa como error grave, eso nunca implica neverazo, que se os quede grabado en la mente.

Ahora bien, volver a cometer el mismo error imperdonable minutos después expulsando al delantero con un “y la próxima vez tírate mejor” es para meterle un puro que se le quiten las ganas de arbitrar. Eso SÍ supone neverazo, la chulería y, sobre todo, la reiteración en el error, aunque también ayudó la pasividad de sus asistentes para sacarle de sus errores. Nunca el haber beneficiado al Madrid, eso son pajas mentales del botarate metido a director de periódico que alimenta a su ejército de fanáticos con la mierda que piden a gritos.

Sino, por esa misma regla de tres, ¿sufrió neverazo aquel colegiado que anuló un gol legal a Perea y que hubiese supuesto la victoria (acabó 1-1 aquel partido)? ¿y el que concedió un gol en fuera de juego de Helguera en un corner en el que Raúl prolonga al segundo palo haciendo falta sobre Leo Franco? ¿Qué decís de aquel penalti de Marchena a Raúl pitado por el inefable Tristante Oliva (que llevó a justificarlo como Ushiro Nage)?

Ninguno sufrió el neverazo, curioso. Mandaba el mismo José María Villar, con Victoriano Sánchez Arminio al frente del CTA… Qué cosas.

El domingo, Pérez Burrull, con escasas condiciones para arbitrar al máximo nivel, volvió a liarla en un terreno de juego. El neverazo viene por varias razones:

1) Penalty a Reyes clarísimo sin sancionar. A continuación marca el Valencia su único gol del partido. De un posible 1-0, pasamos al injusto 0-1. Con el agravante que bien pudo significar la roja a Banega, la entrada sin opción a balón y por detrás.

2) Penalty por manos de Marchena, no sólo no lo ve sino que necesita que le acorralen, chille el público y hasta le empujen para que consulte con el cuarto árbitro. Horrible. Su acierto final no esconde su mala apreciación y la de sus linieres, que son igualmente malos con esa cara de acojonaos.

3) Incapacidad manifiesta para frenar la chulería de César todo el partido. En el segundo penalti se gana la amarilla (sin sancionar) por menosprecio al “cuarto”. Después continúa con su cantinela de mal actor.

4) Penalty no pitado por manos de Banega en una falta. Éste ya debía llevar una hora en la ducha, pero a pesar de los pesares, sigue en el campo cometiendo otro penaltazo. El hombrecillo, en la luna de Valencia (nunca mejor dicho), se hace el sueco.

5) Cometer estos errores en un Atlético-Valencia. Lamentablemente, no cuenta igual fallar en un Almería-Getafe, que con el Barcelona, Madrid, Atlético, Valencia o Sevilla de por medio. Fallar con/contra un equipo que posee una mayor repercusión en los medios convierte tus fallos en portada en todos los periódicos deportivos y ocupar unos minutos de los informativos.

Eso, queridos, cuesta una nevera. La reiteración en el error y “el peso” de los equipos. ¿Que falló en otros partidos? Pues sí, con el Mallorca hace poco, pero como no fueron varios errores y además no se cumplió el punto 5), pues quedó en nada.

Luego dicen los santanderinos que si los árbitros pitan a favor del Atleti, claro, llevan más de un siglo haciéndolo… somos famosos en el mundo entero por las ayudas recibidas. El gol anulado al Alcorcón en Octavos de Copa con la eliminatoria empatada, fue un espejismo. En aquellas fechas no se levantó polvareda, por qué, porque los aficionados del club madrileño son pocos y porque la cobertura dada a ese encuentro fue escasa. Pero bueno, allá películas.

Lo dicho, reclamar neveras a diestro y siniestro por no sé qué gol ilegal del Tenerife, e historias similares roza la esquizofrenia. Relaño el año pasado veía en la nevera a Pérez Burrull un “palo” al Madrid por castigar al árbitro “amigo”. Este año viene a decir que es muy malo y que lo raro es que siga en Primera. Esto viene a significar un “pitas, pitas, pitas, …” hacia el madridismo. Pobres infelices, tienen lo que demandan, un panfleto con un memo al frente.

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Colosal Atléti

Ayer el Barcelona se estrelló contra un muro malacitano durante gran parte del partido, parecía cuestión de tiempo que aquella defensa terminase capitulando ante la ofensiva blaugrana. Tran innumerables ocasiones clamorosas, marcó Pedro. Pero el partido aun tendría que complicarse, pues Valdo en -prácticamente- la única ocasión andaluza batía a Valdés. En un último arreón Xavi encontró la victoria en un milimétrico pase al desmarque de Alves, a partir de ahí todos sabemos cómo terminó el partido. Ganó el fútbol, el que siempre fue a por el partido, hubo justicia.

También ayer, preguntaba al personal cómo debería plantear el partido de hoy Quique. Aguilera fue el único que respondió, él apostaba por repetir el guión del Aleti-Barça, imaginando que Banega es Xavi y Silva, Iniesta. No sería así.

Quique siguió apostando como en los últimos 3 partidos por el toque como vía hacia el éxito. El Atlético de Madrid que vimos hoy nada se parece al de los últimos años, un equipo que podría ganar algún partido de postín (fundamentalmente al Barça) basando su juego en correr rápido el contragolpe. Normalmente salía mal, pero cuando funcionaba… era impresionante verles al galope, como el año pasado en aquel 4-3 ante el rival de marras.

Este Atlético tocó y tocó dejando al Valencia como un vulgar equipo de media tabla hasta tal punto que parecían cambiadas las posiciones en la tabla. En ello mucho tienen que ver Tiago y Reyes, el primero cada día ordena mejor, el segundo va camino de ser la estrella que fue tiempo atrás.

En los primeros minutos Marchena dejó clara una cosa, terminaría antes de tiempo el partido. En la primera jugada le marca los tacos a Simao en medio campo, tarjeta amarilla. Veinte segundos después vuelve a hacer una entrada con los tacos a Reyes en la frontal, podría haber sido segunda amarilla perfectamente… No lo fue, el “destino” le reservaba una actuación digna del comediante que lleva dentro.

El Atleti siguió tocando y tocando con un Reyes magistral, que pese a lo que diga el gurú de la SER (Lama), ayudó muchísimo en la construcción de la jugada. Decir que este equipo sigue jugando un 4-2-4 habla a las claras del escaso conocimiento futbolístico de este hombre, que sigue viendo en Raúl al redentor del madridismo.

Fruto de ese fútbol-control fueron cayendo las ocasiones poco a poco, en una de ellas nos encontramos la jugada que pudo marcar el partido. Reyes se marcha perfectamente de todo el que se interpone en su camino, llega al área y allí ve truncado su slalon con una falta por detrás de Banega que en ningún momento tuvo opción a robar el balón. Debió pitar penalti e incluso roja al tratarse de una entrada por detrás, aunque esto último podría discutirse. Ni lo uno ni lo otro, el “maravilloso” Pérez Burrull se hace el sueco.

Un penalti escamoteado ya da para quejarse. No obstante, en la continuación de la jugada Silva se planta solo frente a De Gea. El toledano para en primera instancia, pero en el rechace el canario anda listo para terminar marcando el primer gol del partido. Resumiendo, del penalti que bien pudiera haber significado el 1-0 pasamos al 0-1 en la misma jugada. Increíble.

No obstante, el show acababa de comenzar. El gol(pe) parecía haber afectado a los locales, un poco aturdidos aun habían concedido una pequeña tregua. ¿Todos? No, un irreductible argentino no firma treguas, roba el balón a Marchena en las inmediaciones del área, obliga al zaguero a recular cayéndose de culo dentro del área… allí, el sevillano despeja con la mano cuando veía inevitable conceder un mano a mano. El árbitro no ve nada, estallando un gran escándalo. Los jugadores atléticos corren todos en dirección al colegiado, el comediante corre también a negarlo todo, los ché piden que continúe el juego, el público aun “caliente” por el penalti anterior hubiera ajusticiado al trencilla… en ese momento un acomplejado juez mira para todos los lados, quiere desaparecer, busca cómo justificar su desatino y corre al cuarto árbitro. Tras tres minutos circenses, señala la pena máxima y expulsa con roja directa al sucio comediante. Por si no fuera poco, surge el papelón del actor de reparto (César). Éste le pide a Forlán que lance fuera para hacer justicia.

El uruguayo marca el gol del empate. César corre hacia el cámara para pedirle que enfoque al “cuarto”, corre 30 metros con el balón en las manos a tirarle el balón. Impresentable el acto, el ¿señor? y el árbitro otra vez por no expulsar al meta.

Emery, ese proyecto de entrenador de la misma cuerda que Jiménez & cía (amarretas malos pese a tener un equipo para jugar al fútbol en condiciones), tuvo que introducir a Maduro por Mata para cubrir la “espantá” de Marchena. A partir de ese momento el Valencia jamás volvió a existir en el partido, sostenido únicamente por su portero.

Tal cual lo cuento, el Valencia dejó de buscar la portería. Sólo recuerdo un tiro desde 50 metros de Villa y un centro de Miguel a ninguna parte. Ambas cosas en la segunda parte.

El Atlético sí achuchaba por el contrario. Si hace un tiempo relativamente corto hablábamos que en el Atléti sólo el Kun traía desequilibrio y los demás eran más “planos” salvo Forlán por sus goles, ahora ya podemos añadir a José Antonio Reyes como segundo prestidigitador oficial. De sus botas salía peligro a borbotones, ya fuera buscando compañeros al hueco o intentándolo en solitario, era complicadísimo pararle. Si a eso le añadimos un gran Tiago que no posee esa magia, pero sí reparte juego estupendamente… pues tenemos mucho ganado.

Así, el partido fue convirtiéndose en el Barça-Málaga de anoche. Los locales disparando con bala, y los visitantes colgados del larguero. El gol era cuestión de tiempo.

En el minuto 75 el Kun queda tendido, parece roto físicamente, Jurado espera en la banda el cambio. Había un corner a favor, y ya saben esa norma no escrita en el fútbol: “nunca se cambia a un futbolista en un corner”. Se botó el corner de tal forma que Agüero remató en el primer palo con la colaboración de la defensa. Gol del muerto (físicamente), el partido estaba en la buchaca.

El Valencia enloqueció, Miguel vio la roja por una impresentable entrada en el centro del campo a Valera. Con 9 jugadores era imposible pensar en empatar.

Hasta el final asistimos al redondeo, no del euro sino de la victoria. Jurado, recién salido mete un pase a la carrera de Forlán, éste ajusticia a César por tercera vez en el partido. Y para finalizar, Jurado de nuevo logra batir a César con un precioso gol en semi-vaselina. Ganó el fútbol, el que siempre fue a por el partido, hubo justicia.

(*) Simao vio la quinta amarilla. Se perderá el próximo partido frente al Zaragoza.